Historias de miedo

37. ¿Por qué ya no juegas conmigo?

Recuerdo que tenía 5 o 6 años de edad cuando me compraron aquel peluche de oso, recuerdo que no me despegaba de él, comía con el, jugaba con el, hasta dormía con el. Que grandes recuerdos de esos días donde no tenía nada más en que pesar, solo en jugar con mi osito de peluche, que ahora mismo desearía no haber tenido nunca.

Recuerdo que cuando cumplí 11 años, ya no jugaba con el oso de peluche. Pero cuando cumplí los 12 años todo cambió por completo, recuerdo que aquel día estaba sola en mi casa, jugando con la wii, me encantaba jugar a la wii cuando era pequeña. Me acuerdo que me puse los auriculares para oír música mientras jugaba. No oía nada de lo que pasa a mi alrededor, solo podía oír mi música. En uno de los cambios de las canciones de repente oí una voz ronca que provenía de mi casa, en el salón, donde yo estaba. La voz decía "juguemos" con un tono muy siniestro. Me quité los auriculares y empecé a buscar por toda la casa en busca de alguien a ver si había llegado algún familiar. Pero justo cuando voy a mi habitación, vi en la entrada de mi cuarto el oso de peluche. Recuerdo que al principio no le dí mucha importancia y lo guardé en el armario.

Al cabo de unos 3 años, habían pasado cosas paranormales en casa de un amigo y no me las creía, ya que yo entonces pensaba que los fantasmas y todo lo paranormal no existía. 

Recuerdo que un día invité a mis amigos a que se viniesen a mi casa a pasar la tarde, ya que mis padres no iban a estar en casa. Estuvimos horas y horas jugando a la Play (que me la habían regalado ese mismo año), sobre las 7:30 mi teléfono empezó a sonar, lo cogí y solo se oía gritos muy extraños, no sabía que estaba pasando a si que colgué en teléfono. Cuando todos se fueron de mi casa me quede sola, fui al baño y cuando salí fui al salón y allí estaba mis padres, sentados en la mesa, callados e inmóviles, tenían la cara blanca. 

Empecé a preguntarles que estaba pasando pero ninguno me contestaba, cada vez que me acercaba a uno de ellos vi que el suelo alrededor de ellos estaba mojado en algo rojo. No pía ver bien ya que las luces estaban apagadas, les pregunté de nuevo qué que había pasado pero seguí sin tener respuestas de ellos. Encendí la luz del salón y vi que sus estómagos estaban rajados. Me quedé en un estado que no sabía que hacer en ese momento. Empecé a dar pasos hacía atrás y me tropecé con algo, no vi lo que era hasta que me levanté, era mi oso de peluche, tenía un cuchillo en la mano, lleno de sangre. Sus ojos rojos sin alma, me quede muy quieta y asustada, pero se me acercó solo a dos pasos de mi y me dijo "Esto es lo que pasa cuando ya no juegas conmigo"