15. No abras la puerta

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Hace 2 años, estaban en su casa, tan trankilos, María, una señora de 40

años que se había divorciado recientemente, con su hijo pequeño de tan

solo 8 años. Como era de costumbre María se tenía que ir todas las noches

a trabajar,debido a que era una mujer con muchas responsabilidades (tanto

en su trabajo como en su casa). Pero aquel día sería muy diferente al resto

de los demás; ya que, cuando se encontraba cenando vieron en las

noticias que un asesino en serie, muy peligroso y agresivo había escapado

del cento penitenciario de la ciudad. Lo más grave de la noticia no era que

este interno hubiese escapado, lo peor era que había sido visto pocas

manzanas cercanas del hogar de la familia. Esto provocó la incertidumbre

de Mría que al irse al trabajo tenia que dejar a su hijo solo en casa. María

para evitar desgracias cerró las ventanas, puertas, y le explicó lo

siguiente a su hijo: No habrás ninguna ventana ni las puertas. Aunque llevo

las llaves, por si ocurre algo, yo llamaré 3 veces seguidas al timbre o

simplemente me reconocerás por la voz y entonces sabrás que soy yo.

Llegando el momento, María se fue a trabajar y dejó a su hijo solo. Éste, lleno

de miedo, cerró la puerta a cal y canto y se puso a ver la tele para relajar la

mente. Al cabo de rato, el chico ya estaba dormido cuando de pronto llaman

a la puerta. POM...POM...el chico se despertó y aterrado se dirigió muy

despacio hacia la puerta y dijo: ¿Eres tu mamá? La respuesta vino con otra

serie de golpes acompañados de un susurro escalofriante que decía:

HABREME LA PUERTA. El niño atemorizado huyó hacia su habitación donde

se pasó la noche llorando y esperando a que llegase su madre, hasta tal

punto que se quedó dormido. Al día siguiente cuando se levantó se dio

cuenta de que su madre no había cuelto. Y aún con miedo se dirigió a la

puerta que conducía a la salida de la casa y se encontró a su madre con las

piernas cortadas (por lo que no pudo llegar al timbre), la lengua cortada (por

lo que no le pudo reconocer la voz) y totalmente ensangrentada. Desde ese

día este chico tuvo que estar hospitalizado en un psiquiátrico y no pudo

dormir sin sufrir constantes pesadillas...... Y si os preguntáis por que sé, es

por que, simplemente, soy ese niño...

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