In my heart

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Cuando descubres que sufres una enfermedad que no tiene cura y tu destino próximo es la adorada muerte, sientes tanto miedo que de inmediatamente te derrumbas tanto, que llegas a un punto que querer estar solo para no hacer sufrir a los que te rod...

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Cuando descubres que sufres una enfermedad que no tiene cura y tu destino próximo es la adorada muerte, sientes tanto miedo que de inmediatamente te derrumbas tanto, que llegas a un punto que querer estar solo para no hacer sufrir a los que te rodean y amas, sin embargo todos los que te rodean desean estar ahí para apoyarte y animarte, hacerte sentir amado ya que lo que los médicos recomiendan es eso, estar ahí hasta el último día donde tus pulmones absorben por última vez oxígeno, donde tu corazón late por última vez e intentan reanimarlo y luego, los médicos ya no tiene nada más que hacer, que dar la penosa noticia de tu muerte. Y tus otros órganos trabajan por última vez para luego pasar a ser desechos si no funcionan para ser donados a alguien que tiene fe de vivir al menos unos años más que tú.

Es lo que le sucede al protagonista de esta historia, el cual lleva por nombre Wilson, él a pesar de su corta edad supo amar verdaderamente hasta el último día de su vida a su adorada Ayeza, a esa chica morena de cabello castaño, que solo con una sonrisa sabía hacerle amarla locamente, darle esperanza donde no la había, darle aquella felicidad que muchos buscan y pocos logran... de hacerlo feliz, aunque estuviesen molesto. Ella sabía hacer todo perfectamente imperfecto, ella era así, perfecta ante sus ojos... La dura realidad es que él tuvo que desapegarse de ella al saber que iba a morir, ya que no deseaba permitirle ser una esclava de él y luego dejarla cuando ella se la muerte se lo llevará...

Él se comenzó alejar de todo aquello que él llamaba felicidad para ahogarse en la inmensa tristeza que cargaba y podía más que él; deseaba morir solo y atormentandose, castigándose por esa enfermedad que llevaba consigo como si fue él mismo quien la produjo... Deseaba morir más que nunca.

Durante la dulce y anhelada espera, se encargó de escribirle cartas expresándole todo lo que sentía cada día sin ella y cargando en la enfermedad que tanto odiaba; esas cartas se le entregaría a ella los días después de su muerte pero sucedió algo inesperado, un mensaje de texto tal vez, que cambió todo lo que él había planeado... 

 

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