MALDITO WHATSAPP

Sin tiempo

Son las 22:25 y el primo ya está recogiendo las cosas que Raúl le dejo el la basura. Está prácticamente preparado para subir al apartamento de Lucía y terminar de destrozarla. La policía lamentablemente para Lucía no ha llegado aún.

(El primo a Raúl)

- Todo listo, estoy subiendo a su piso

- Genial, estoy ansioso por ver todo lo que pasa

(Mientras, Lucía está en su cuarto hablando con ella misma)

No puede ser, no puede ser, tiene que ser un sueño. Venga Lucía despierta, venga venga despierta *se pellizca repetidamente en los brazos* esto no me está pasando, no, no, no me puede estar pasando a mi. Qué he hecho mal? Qué he hecho para merecer esto?

Lucía *ente sollozos* tranquila, todo se va ha solucionar, va a venir la policía y le voy a contar todo lo que ha pasado y todo se resolverá ya veras. 

(Llaman al timbre, quién será?)

- Ya están aquí, menos mal, pensaba que no llegarían nunca *decía con lágrimas en los ojos pero con una gran sonrisa*

*Abre la puerta y al otro lado hay un hombre con un uniforme de policía*

- Hola, es usted Lucía?

- Si, lo soy

- De acuerdo. Me deja entrar y le cuento como va a funcionar todo?

- Si entre, entre, porque además me dijo su compañero que hablase con usted.

- Vale

*Ellos entran en la casa y cierran la puerta*

- Bueno siéntese por aquí

- De acuerdo. Antes de nada cuénteme, que le ocurre?

*Lucía le contó todo lo sucedido estos días*

- Vaya, siento mucho lo que le ha pasado. Si me permite hacer una llamada estaré con usted en un segundo.

- Si, no se preocupe. Le dejo solo un momento si quiere privacidad.

- Se lo agradezco

*El hombre saca de su bolsillo una jeringuilla y se la esconde en la manga* 

- Señorita, por aquí ya he terminado. Si me permite, la veo muy triste, quiere un abrazo?

- Pues la verdad es que si

*Mientras se dan un abrazo el hombre coge la jeringuilla que llevaba escondida en la manga y se la clava directamente en el cuello. Lucía grita pero el hombre le tapa la boca mientras se ríe. Llaman al timbre. Como nadie contesta gritan*

- Policía, abran la puerta ahora mismo

(Dentro de la casa, el hombre vestido de policía que resultaba ser el primo)

- Mierda, tenían que llegar ahora *dijo él *

*El primo cogió la pistola que tenía en el cinturón y se escondió en la cocina del apartamento de Lucía* 

- Joder, no he podido aplicarle toda la morfina. Ahora no estará dormida, pero menos mal que al menos no se moverá del sitio.

*La policía acabo forzando la puerta y entrando ya que un vecino que salió a mirar el escándalo les dijo que ya antes un agente de policía había  entrado en esa casa*

- Mierda mierda han entrado. Bueno tu calmado como siempre, eres un profesional. Tu puedes con ellos.

*Cuando entraron por la  puerta el primo se dio cuenta de que eran dos policías. Estos se separaron para inspeccionar la casa ya que no veían ni escuchaban a nadie en un principio*

Agente 1: Tu ve a la cocina, yo revisaré el salón y el dormitorio. Si encuentras algo avísame

Agente 2: De acuerdo, ten cuidado

Agente 1: Lo intentaré

*En cuanto uno de los agentes entró en la cocina el primo lo noqueó de un golpe en el cuello con su pistola. Este desarmó al policía y le puso las esposas por si acaso. Luego fue a intentar acabar con el otro, pero de camino se tropezó con Lucía, que yacía en el suelo, no inconsciente pero era como si lo estuviese. Al caerse el policía le vio y le apuntó con su arma. Todo parecía que iba bien hasta que el primo rápidamente sacó su pistola y le disparó en el pie . Eso le dio tiempo para esconderse tras un mueble y empezar un pequeño tiroteo en el salón, con Lucía de por medio. Una de las balas pasó muy cerca de Lucía, impactando en un espejo cerca de ella, rompiéndolo al instante. Lucía casi inmóvil se guardo en el bolsillo el trozo más afilado que vio. Cuando quiso darse cuenta el tiroteo ya había acabado. Solo había mucha sangre y el cadáver de un policía en su apartamento. La cosa para el primo se había complicado, ahora tenía que deshacerse del otro policía, o incriminarlo pensó. Si sacaba fotos del policía abusando de la pobre y drogada Lucía, además haciendo que el arma con la que había matado al otro agente de policía tuviese sus huellas lo habría conseguido. Pero solo había una incógnita, tenía que  deshacerse de la última pieza, que Lucía muriese de sobredosis o que el policía también muriese y no hubiese testigos. Eso decidió hacer, acabar con la vida de Lucía para proporcionarse a si mismo seguridad.*

Lucía: No, por favor *llorando* no lo hagas

Primo: Te callas

*Este le metió un trapo en la boca porque la droga dejaba de hacer efecto y no quería desperdiciar el resto, ya que estaba decidido a matarla de sobredosis. Cuando fue a atar sus manos a la espalda Lucía sacó el cristal de bolsillo, lo cogió con fuerza y se lo clavó en el ojo izquierdo*

- HIJA DE PUTA *grito el primo con rabia*

*El primo cabreado, con una mano tapándose la parte izquierda de la cabeza la termino de atar y le inyectó el resto de la droga que faltaba. Lucía lamentándose y llorando vio la oportunidad. Cogió rápidamente la pistola que el primo tenía en el cinturón y disparó. El primo cayó muerto al lado de Lucía. Lo había conseguido, había matado a su agresor. Pero aún así, él ya le había inyectado todo a Lucía.*

- Bueno *dijo con lagrimas en los ojos pero con una gran sonrisa en la cara* pues así es como voy a morir

*Lucía dejo de reírse al rato, su vida había llegado a su fin*

Mas tarde esa misma noche la policía *la llamaron los vecinos porque escucharon el tiroteo* encontró en el teléfono de Lucía y el del primo el mismo contacto y vieron que todo estaba relacionado.

Raúl fue detenido esa misma noche. Murió al cabo de unos días. Los hombres del desconocido le dieron una paliza mortal como venganza por la perdida de la vida del primo.

A día de hoy los padres de Lucía se culpan a si mismos por haber dejado a su hija por unas simples fotos y no haber estado allí para ayudarla.

Los amigos de Lucía abrieron una fundación de ayuda a las personas que pudiesen sufrir acoso, extorsión o ese tipo de cosas por internet. 

Te echaremos de menos Lucía.