Aunque el mundo mágico siempre ha sido extraordinario, hay personas que no entienden que entre lo extraordinario se encuentra la rareza.
Ilargia Lupin, entre lo que cabe, ha tenido una vida normal. Sin embargo en el tercer año en Hogwarts, se da cue...
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CAPÍTULO ONCE
PLATICA DE CHICAS
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Quilla Veilspirits se consideraba una mujer de libertad, nada de hablar con prudencia o elegancia, ella era una persona que hacía y decía las cosas sin pensarlas. Había tenido muchos problemas con su madre y padre, incluso tenía una que otra discusión con su hermana por su estilo de vida.
Quilla no era de las mujeres que se comprometía, no deseaba parejas, solo distracciones y aventuras. No le gustaba la responsabilidad, razón por la cual Zulay y Remus no dejaban por mucho tiempo a Ilargia con ella.
Y tampoco los culpaba en realidad.
Aun así, la Veilspirit tuvo que tragarse su orgullo y suplicarle a su hermana menor el poder llevar a su sobrina a su casa un día completo con ella, sin ninguna vigilancia por parte de Zulay o Remus. Esa era la desconfianza que le tenían a la mujer con respecto a Ilargia... en realidad, con respecto a todo.
Pero ahí estaba parada en la entrada de la casa de su hermana y cuñado, sobre el tapete donde el símbolo de las tres lunas adornaba la entrada con una frase escrita en runas; "Qué la luna ilumine tu vida o la condene por la eternidad".
A Quilla le pareció irónico leer aquello.
Tocó la puerta con fuerza, detrás de ella escuchaba los murmullos de Zulay «Ya voy, ya voy»
La imagen de su hermana con el cabello rubio perfectamente arreglado y la vestimenta pulcramente puesta, la sorprendió.
«¿Cómo demonios está tan perfecta? ¡Son apenas las ocho! —pensó Quillas, viéndose sus pantuflas adornar sus pies».
—¿Dónde está mi hermosa sobrina? —dijo Quilla, sin molestarse en saludar a Zulay.
—Hola, hermana, ¿cómo estás? Yo bien, gracias por preguntar —dijo Zulay con los brazos cruzados.
—Akane, hermana mía —dijo, sonriendo—. Yo también estoy bien, gracias por preguntar —dijo, mostrándole una sonrisa altanera. Tomó un mechón rubio del cabello de su hermana menor y frunció el ceño—. Cómo es posible que la hermosa y responsable Akane no se pinta el cabello. ¿Acaso madre no tiene un estúpido color para ti?
