Cena

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Recordar a su mamá era doloroso, Sanji miraba con tristeza a sus compañeros quienes corrían a los brazos de sus respectivas madres y uno que otro padre, el rubio se mantenía sentado en las escaleras de la entrada mientras el Maestro Usopp entregaba a los niños a sus papás conforme iban llegando, por un instante el pequeño se imaginó una escena donde el corría feliz a abrazar a su mamá, aquella hermosa mujer de rubia cabellera igual a la suya...

-Sanji, tu papá ya llego- una voz masculina lo llamo, el menor solo asintió con su cabeza y camino hacia el de cabello verde, esa nunca sería su realidad

-Gracias por cuidarlo Usopp- hablo Zoro, aquel hombre de nariz alargada era un viejo amigo al igual que Nami, el moreno solo sonrió

-No hay problema, vayan con cuidado y los veo mañana...-

El camino a casa siempre era silencioso, no es como si Zoro fuera un gran hablador y tampoco es como si a Sanji le importara hablar con el pelo de césped y así era siempre, si no estaban ambos en silencio comenzaban a gritarse e insultarse, más por parte del rubio al mayor.

Sanji no podía recordar casi nada de su vida alado de su madre, lo único que sabía, tras haber escuchado una conversación de Zoro con sus amigos a escondidas, es que ella lo había abandonado cuando tenía 3 años, se había hartado de él y solo lo entrego a su expareja y ella se había ido a otro país con su nueva familia...

- ¿Vamos a comer a algún lugar?, tu abuelo hoy cerro el restaurante... pero podemos ir a otro- la voz del mayor lo saco de sus pensamientos, Sanji solo lo miro y con algo de timidez y sorpresa por aquello y asintió con su cabeza

- ¿A dónde quieres ir? O ¿Qué quieres comer? - Zoro tomo la mochila que aun cargaba en su espalda el rubio y la puso en uno de sus hombros

- Yo...

-Quiero carne a la parrilla.... – una dulce voz se escuchó cerca de ambos

-OK! Entonces hoy comeremos carne a la parrilla- una segunda voz se escuchó muy animada lo que causo que ambos Roronoa voltearan y encontraran a dos morenos que se acercaban a un pequeño auto- Vamos al restaurante que está cerca de casa – Luffy cargo a Robin para subirla y acomodarla en el auto cuando esta vio a Sanji y Zoro que para ese momento ya habían seguido su camino acercándose a ellos

- Hola Sanji- dijo la menor de forma timida

- Hola...- respondió el rubio escondiendo parte de su cuerpo detrás de su padre

- Maestro Monkey

- Roronoa, ¿volviendo a casa? - Luffy siguió con lo que estaba haciendo, acomodo a su hija y las mochilas que llevaban en los asientos traseros

- Algo así, creía que los maestros salían más tarde

-Termine mi trabajo antes, no me gusta dejar a Robin tanto tiempo sola

-Ya veo

-Zoro- una pequeña mano jalo su playera haciendo que el mencionado mirara a su hijo- quiero carne a la parrilla

- ¿También irán a comer?- por alguna razón esto emociono un poco al moreno- nosotros también y justamente Robin quiere comer lo mismo

- Bueno... -Zoro no terminaba de hablar

- ¿Por qué no vienen con nosotros? – volteo a ver a Robin quien estaba viendo la escena por la ventana del auto- ¿Te parece bien mi niña?

- Si mamá –sonrio-

- No queremos ser una molestia- Zoro trataba de salirse de la situación, a él no le agradaba mucho socializar y menos con ese maestro que desde la primera vez que lo vio había causado algo raro en su estómago, si, en su estómago...

Entre amores e hijosWhere stories live. Discover now