Capitulo 3

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-¡Detente!- un grito desesperado se escuchó a lo lejos, era una voz grave y potente, Luffy luchaba por mantenerse despierto, su cuerpo dolía, había sido golpeado repetidas veces mientras mantenía aquel pequeño cuerpo entre sus brazos, tratándolo de protegerlo

-¡Maldición!, !Doflamingo detente!- los llantos de aquel pequeño ser aumentaban, escondida entre aquella pequeña cobija su madre trataba de alejarla de aquel ser violento

-¿Qué demonios quieres?- aquel hombre rubio se detuvo y volteo a verlo -Crocodile- No molestes...

-Te digo que los dejes - aquellos ojos lo miraban con furia- Rosinante llévatelos...- otro rubio entro a la habitación

-Rosinante no te atrevas

-Hermano...- aquel hombre lo miro para después ver a aquel menor que aún estaba en el suelo- No puedo permitir que sigas con esto, ellos son nuestra fa...

- ¡NO LO DIGAS!, no te atrevas- el rubio mayor dio un fuerte golpe a la pared de madera- No...

-Llévatelos...- el moreno mayor hablo haciendo que Rocinante corriera hacia Luffy

-Todo está bien, lo siento, enserio lo siento...-gruesas lagrimas comenzaron a caer, el Donquixote menor comenzó a llorar- le jure que los protegería, pero solo soy un inútil...-murmuraba más para sí mismo que para aquellos cuerpos que ahora tenía en sus brazos

-Cora...san...

-Luffy... Robin...

Los llantos de la bebé aún se escuchaban, Rosinante trataba de calmarla dándole suevas palmadas en su espalda mientras Luffy aun la sostenía fuertemente y así poco a poco se desmayó...

*

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El fin de semana había llegado, aún era temprano así que Luffy se dispuso a preparar algo para almorzar, Robin aún estaba dormida aunque era algo raro en ella, al parecer estaba tan emocionada porque ese día llegara que tardó mucho en caer dormida, la "junta" era después del medio día así que el mayor prefirió dejarla dormir hasta que ella sola se levantara, había quedado en pasar por Zoro y Sanji a su casa y admitía que él también estaba muy emocionado ya que últimamente se había estado acercando cada vez más al peliverde, durante la mañana solían saludarse y hablar un poco antes de que el timbre de entrada sonara e incluso en la salida había ocasiones en que el los dejaba hasta su casa o cenaban los 4 juntos, poco a poco había estado aprendiendo un poco más de la familia Roronoa y se había dado cuenta de aquella gran grieta en la relación de ambos...

-Sanji es tan bueno, yo sé que realmente quiere a su padre... tal vez pueda ayudarles...

.

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Una bella mujer de larga cabellera celeste les había abierto la puerta de aquella gran casa, el lugar parecía algo lujoso y el moreno pensó que talvez eso de que Vivi era una princesa no estaba tan alejado a la realidad.

- ¡Bienvenidos! - una gran sonrisa ilumino el rostro de la mujer, su cabello celeste estaba atado en una cola de caballo y sus ojos chocolate parecían estar brillando

-Hola Vivi- respondió Zoro sin mucho interés para voltear a ver a Luffy causando que Vivi también lo viera y pareciera que su sonrisa creciera aún más

- Tu debes de ser el Maestro Luffy, Mucho gusto, soy Vivi

-Mucho gusto y gracias por la invitación - el moreno sonrió, amaba conocer a gente nueva y más si esta era tan alegre como la peliceleste

Entre amores e hijosWhere stories live. Discover now