(Noviembre, 1999)
Es la última carta que te escribo,
No habrá necesidad de decir algo más a futuro.
Dejaré vertido mis sentimientos en estas líneas,
Le daré un descanso a mi alma.
Te diré desde un principio porque fuiste especial,
Te mostraré lo que a mis ojos fue tu belleza.
Te entregaré los pedazos de mi cariño,
Porque no tengo idea de qué hacer con ello.
Escribiré con la esperanza de traerte de vuelta,
Pero a la vez, con la resolución de que te has ido.
Es una manera de curar mis heridas,
Dejarlas a flote, para lentamente tratarlas.
No hay nada en este mundo
Que quisiese más que volver a tus brazos.
Cobijarme en el instante antes del cambio.
En un segundo previo al adiós.
Esta es la última carta que te escribo,
Aunque sé que jamás la leerás...
Aunque sé que es inútil llamar por ti una vez más.
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Lo que la música nos dejó...
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