Capítulo 1: ¿Pero qué?

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Era un día soleado en la Sociedad de Almas. Rangiku, sentada en el pasto bajo un frondoso árbol, tarareaba una canción mientras se quedaba dormida. Pero de la nada fue interrumpida.

-¡Matsumoto! ¿¡Cuántas veces debo recordarte que no dejes el papeleo a medias!? ¡Maldición!

-Ay, ya, vamos, capitán, usted de eso no se preocupe (con voz irónica) Tal vez deba darle unas vacaciones a la teniente de vez en cuando.

-Oh, tal vez tengas razón, debería pedir que le dieran unas cuantas vacaciones a la teniente Hinamori.

-¡Estoy hablando de mí! ¿Eh, capitán? ¿Qué sucede?

Toshiro se había puesto un poco rojo y miraba al cielo con una expresión atontada.

-Qué linda es Hinamori... Realmente se merece un descanso, así su belleza no se marchitará...

-Oiga, capitán... ¿Me estás escuchando, Toshi? ¡Uy, pareece que nuestro pequeeño capitán se ha enamoraadoo!

- ¡NO SOY PEQUEÑO!-Gritó Hitsugaya mirando fijamente a Rangiku que no paraba de reírse.

-Ya, ya, tómalo con un poco más de calma, Toshiro, no te pongas tan serio por algo así. Escucha: conozco unos cuantos trucos para que Hinamori caiga rendida a tus pies. Solo déjamelo a mí.

-Pero, Rangiku, ni siquiera soy capaz de confesarme. ¿Cómo quieres que siga tus consejos si no tengo ni el valor de decirle mis verdaderos sentimientos por ella?

-¿Qué es lo peor que puede pasar, capitán?

- Bueno, pues, am... ¿Y si se ríe de mí? ¿Y si en verdad no le gusto? ¿Y si los demás se ríen de mí? ¿Y si me rechaza? ¿Y si...?

-¡Oye, basta! ¡Te estás poniendo en la peor de las situaciones!

Acto seguido Matsumoto le golpeó en la cabeza para hacer que reaccionara de una vez. A Toshiro parecía haberle dado un ataque de histeria.

-Ouch, eso dolió, pero gracias...

- ¡Ahora lo primero es hacer que ya no tengas miedo a...!

No pudo terminar la frase. De la nada apareció un mensajero.

-¡Capitán Hitsugaya! ¡Teniente Matsumoto! ¡El capitán general Yamamoto solicita su presencia inmediatamente para una misión de alto rango!

-¿Pero qué ha pasado? ¿No pueden pedirle a Ichigo que se encargue de esto?

-Lo siento, capitán, pero mis órdenes son solamente de venir a buscarle. No sé nada de los detalles. Sólo sé que es una misión al mundo humano y tiene relación con el ex-capitán Aizen.

-¿¡Qué!? ¡Voy de inmediato! ¡Matsumoto, rápido!

-¡Sí capitán!

Se pusieron los dos en marcha tan rápido como pudieron a la base del escuadrón uno. ¿Qué sería tan serio como para que Ichigo no estuviese involucrado?

Llegaron frente a la puerta del capitán general Yamamoto y se decidieron a entrar.

-Capitán general, nos reportamos tal y como nos pidió. ¿Qué sucede?

-Aizen está en el mundo humano.

La frase los dejó a ambos de piedra. Si estaba en el mundo humano, entonces era serio.

-Pero, ¿por qué no han llamado a Ichigo?

- Porque Aizen se encuentra allí para secuestrar a Ichigo. A la mínima oportunidad que tenga se lo llevará a Hueco Mundo. Según nuestros informantes, al parecer quiere convertirlo en un Espada, o incluso peor, en un Vasto Lorde. Si lo consigue, estaremos definitivamente en problemas.

-En ese caso ¿por qué me han llamado a mí y no a los otros capitanes?

-Los demás se encuentran todos en misiones diferentes y complicadas, y el capitán Ukitake se encuentra enfermo, como siempre.

-Vaya... Qué problema. Entonces tendremos que ir al mundo humano a proteger a Ichigo, sin que éste se entere de nada. ¿Es así o me equivoco?

-No, tienes razón. Ahora ve. ¡Espera un segundo! La teniente Matsumoto debe quedarse aquí para terminar tu trabajo en la décima división.

-Aww, no es justo, señor Yamamoto.

-¡MATSUMOTO! ¡NO LE HABLES ASÍ AL CAPITÁN GENERAL, CABEZOTA!

- ¡Uy, lo lamento mucho! ¡Espero que me perdone, capitán general Yamamoto!

- Claro, pero que no se repita.

-Muy bien, me marcho. Matsumoto, ya sabes. Estás a cargo.

-Pero, capi, ¿qué pasará con Hinamori? ¿No vas a hacer nada?

-...

Toshiro permaneció un momento en silencio.

-Lo lamento. El deber es más importante.

-No. El amor siempre es más importante, y lo sabes. No puedo creer que alguien como tú haya dicho eso. Ahora solo vete.

Rangiku le dió la espalda a Toshiro, molesta. Se fue caminando rápidamente, y Hitsugaya la seguía con la mirada, hasta que se perdió de vista.

- La embarré.

Se dirigió a la puerta al mundo humano, y se fue.

Esperando una llamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora