Esperando una llamada

Cita con ayuda

-¿C-cómo que viene con un ramo de flores?

-Ssh.

Por fuera, Rukia y los demás se congelaron al ver a Momo al otro lado del pasillo, y se separaron increíblemente rápido, desapareciendo de la vista al instante. Ichigo miraba fijamente cómo se acercaba la chica, incluso pasó frente a la tienda, frente a ellos, y siguió de largo de una manera inocente. Al voltearse hacia Toshiro, notó su sonrojo.

-Ya pasó. Ahora dime, ¿la cita era para hoy o mañana?

-Bueno... eh... era hoy... pero en la tarde...

-Cuéntame más- dijo Ichigo con una mirada maliciosa, mientras sacaba a Toshiro de la tienda y le empujaba a un stand chiquito donde vendían chocolates. Por invitación del "sustituto", consiguió una caja de bombones y fue arrastrado hasta el pasillo donde se había metido Hinamori. -Escucha, no vine aquí a comer, vine aquí a darte un maldito empujón.

-¡¿TÚ?!

-Ahá. Rukia y Orihime se pasaron toda la noche hablando de ideas para tu cita, y como soy intruso, las escuché todas y decidí ponerlas en práctica.

-¿¡Desde cuando eres un fanboy?!

-No lo soy, sólo voy a ayudarte un poquito. ¡Viene de vuelta! ¡Saluda!

Un segundo después, Toshiro se encontró solo, cara a cara con Momo, quien venía distraída con las tiendas de ropa. Chocó con el peliblanco, provocando un sonrojo de parte de los dos.

-¡Oh-uh! ¡Hola, Shiro-chan!

-¡Holamomocomoestás!

-...¿Eh?

-¡Hola Momo, cómo estás!- gritó exasperado el pequeño.

-Ah, muy bien Shiro-chan, y te traje unas flores.

-Ooh, gracias, yo... ¡te traje esto!- dijo, entregándole los chocolates.

-¡Gracias, Shiro-chan!- respondió entusiasmada, aceptándolos y comiendo uno. -Uuuhm, están deliciosos, ¿cómo supiste que me gustaban los rellenos de naranja?

-Intuición amorosa.

Cuando Hitsugaya se dio cuenta de lo que dijo, se tapó la boca y se volteó tan rápido como pudo, rojo como un tomate, evitando la evidente mirada tierna de Momo. Ésta rió un poquito y le tomó la cara suavemente con una mano, haciendo que sus ojos volviesen a cruzarse.

-Bueno, supongo que tu intuición nos puede decir dónde ir a pasear un poco, ¿no crees?

-C-claro...

Ichigo miraba sentado desde una banca, cubierto con una capucha y un gorro, haciendo que nadie notase su presencia. Sonrió al saber que por fin estaban avanzando.

"Parte dos del plan, dragoncito" susurró, escabulléndose detrás de la pareja, que ahora salía del centro comercial al parque.

El día soleado afuera estaba perfecto, con unas cuantas nubes en el cielo y un viento refrescante. Los pájaros pasaban cerca de las personas, y el rocío de las plantas dejaba un brillo espectacular. Un paisaje perfecto para que dos jóvenes pasearan.

-¿Cómo estás, Shiro-chan?

-Bien, tomando aire... se siente revitalizante.

-Sí, es delicioso, aún más cuando puedo calentarme contigo- dicho esto, abrazó el brazo de Toshiro de una forma tierna. Éste se volteó de nuevo, tratando de pensar en algo que hacer para que la pasaran bien. Justo en ese instante, Ichigo volvió a aparecer, esta vez metido en unos arbustos, y señalando algo más adelante. Toshiro regresó su cabeza a la posición original, tratando de ver qué decía el shinigami, y notó a lo lejos una tienda de peluches muy tiernos.

-¿Huh? ¿Qué ocurre, Shiro-chan?

-Mira ahí, es una linda tienda, ¿no? ¿Quieres algo?

-¡Nyan! ¡Un osito! ¡Cómprame ese, por favor!

Hitsugaya sonrió y pidió el tan aclamado peluche. Al dárselo a Momo, dijo:

-De mí para tí, princesa. (Explota)

Momo se sonrojó a más no poder mientras recibía su osito. Venía con una mantita que lo cubría casi entero. "¡¿Cómo es que estoy tan nerviosa al lado de Shiro-chan?! ¿Será porque nunca había sido tan romántico conmigo?"

-¿Sabes algo, Momo? Podrías dejar de llamarme Shiro-chan.

-¿Eh? ¿Hitsugaya-taicho...?

-No, ¿qué tal Shiro-kun?

El propio Toshiro estaba sorprendido de si mismo. ¿Desde cuándo tenía talento para el romanticismo? Pensaba en esto, cuando Momo besó repentinamente su mejilla, muy cerca de su boca. Tal vez demasiado cerca.

-Uh-uhm, Shiro-kun... ¿Q-quieres sentarte allí?-dijo Momo señalando una banca. El peliblanco asintió.

Rukia y Orihime estaban escondidas viéndolo todo. Ambas estaban impresionadas: todo estaba pasando muy similar a como lo habían imaginado, y era perfecto. A ese paso, definitivamente serían pareja oficial para cuando regresaran a la sociedad de almas.

En otra parte, Ichigo estaba muy bien acomodado en la rama de un manzano, viendo cómo lo pasaban muy bien juntos. Momo apoyó su cabeza en el hombro de Toshiro y dormitó un poco. Obviamente, el chico no se negó a tenerla ahí, e incluso le acarició la cabeza. Ichigo les tomó más de una foto, sólo para usarlas después con las chicas.

-Muy bien, que empiece la seducción - susurró para si mismo el sustituto.

Mueran lectores XD nono si yo los amo *3*