Capítulo 8: Impostores

213 15 1
                                    

(Rangiku)

Yo conozco a mi capitán. Él no es tan amable y despreocupado. Y sin duda se enfadaría si yo no hiciera mi trabajo.

-¿Ran...giku...?

-Tú no eres Toshiro Hitsugaya- dije, mientras lo destrozaba con mi Zampakuto.

-¡Rangiku, asombroso! ¿Cómo supiste que no era el real?

-Por su carácter. Mi capitán es muchísimo más explosivo. Y si no hago mi trabajo... me mata. :D

-Jeje, eso es normal.

-Bien... ahora hay que ponernos serias.

-¿Qué sugieres que hagamos?

-Primero que nada, debemos informarle sobre esto al capitán general Yamamoto. Luego, buscar a más de esas cosas.

-¿Qué hay de los temblores?

-Sólo podemos informar sobre lo que sabemos, querida Momo. ¡Ahora vamos, que no hay tiempo!

Momo asintió e inmediatamente usamos Shunpo para ir hasta los cuarteles del primer escuadrón. En cuanto llegamos, entramos precipitadamente y le dijimos todo cuanto pudimos al capitán. Curiosamente, Mayuri también estaba ahí.

-Entiendo- dijo por fin el general -En ese caso debemos prevenir a todos los que podamos. Hay que dar un mensaje a cada uno de los capitanes, ¡Y es una orden urgente!

En ese instante oímos unos horribles gritos de dolor que provenían del exterior del edificio. Nos pusimos en guardia, esperando lo peor.

Finalmente, en medio del silencio de oyeron unos pasos. Y la puerta se abrió.

-Saludos, Capitán General Yamamoto, capitán Mayuri, tenientes. Es un gusto conocerlos... en persona.

-¿Quién eres y por qué te pareces tanto a ese sustituto...?

-¿Kurosaki? Ah, sí, soy su copia. A mi amo le fue imposible crear uno idéntico a Ichigo, así que por eso soy tan blanco.

-¿Por qué estás aquí?

-Ay, general, ¿dónde están sus modales? Usted no puede tratarme como basura porque sí. Podría decir lo mismo, pero con más respeto, ¿vale?

-En ese caso, ¿por qué se encuentra usted aquí?

-¡Magnífico, mucho mejor!- respondió aplaudiendo -Bueno, he venido a entregarle un mensaje.

-Procede.

-Muy pronto, acabaremos con la Sociedad de Almas. Ya tomamos Hueco Mundo, ahora es vuestro turno. Y luego viene el mundo humano. ¡Qué emoción, casi no puedo esperar! Ah, sí, y tenemos copias de todos ustedes. No crean que podrán escapar de esta. ¡Y no pueden llamar a Ichigo porque está suspendidooo ♥! Bueno, era solo eso.

Me disponía a atacarlo, cuando Momo tomó mi mano con un gesto de "déjalo ir por esta vez". Retrocedí unos pasos y solté el mango de mi Zampakuto.

El sujeto se marchó lentamente y, antes de desaparecer, le dedicó una sonrisa a Hinamori. Ella se ruborizó, y yo me enfurecí. ¿Qué se cree como para hacer eso?

-Capitán, ¿qué hacemos?

-No nos queda otra opción. ¡Llamen a Kuchiki y Abarai! ¡Esta es una orden directa! ¡Díganles que regresen del mundo humano!

-¿Qué hay de mi capitán?

-Es nuestro único shinigami allí y lo necesitamos para retener a Aizen. Volverán todos menos él.

-Entendido...

-Pueden retirarse.

Ambas salimos del escuadrón, para encontrarnos con los restos y los cadáveres de los guardias.

-Ese sujeto hizo esto... debí haberlo matado cuando pude.

-No, Rangiku. Sólo esta vez vas a tener que dejarlo pasar. No era el momento de asesinarlo.

-Como di-¡Eh!- Un mensajero pasó a mi lado con tanta velocidad que estuvo a punto de botarme. Al llegar a la puerta dio un aviso a viva voz.

-¡¡General Yamamoto, el capitán Hitsugaya informa que necesita refuerzos!! ¡¡Está siendo atacado por tres Arrancar!!

Mierda.

Esperando una llamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora