Curiosidades de una vida

Y sigo recordando(3)

Le pondré nombre a este chico y será Julián. Llegue al salón y me presentaron junto con los convocados que aceptaron cambiarse de salón. Mi amiga que también fue convocada, no acepto porque dijo que no le gustaba el ritmo que se llevaba ahí y yo la cuestione, pero ella tenía razón. Cuando entre al nuevo salón todo era más rápido, se supone que ya debería saber muchos conceptos y teorías y todo pero yo no lo sabía.

Consecuente a mi llegada, Julián me escribió al díasiguiente por la tarde y me felicitaba por llegar al salón con el mejor nivel.Me emocioné y casi doy un grito pero mantuve la calma. Y pensé: es mioportunidad; realmente no recuerdo quien lo dijo pero decidimos que me sentaríaal día siguiente a su lado. Yo creo que el destino quería que lo conociera másde cerca. Así fue, me senté a su lado y todo comenzó a ser el perfectoescenario del derrumbe de ilusiones. Número uno, era muy pegajoso; dos, tocabalas piernas de sus amigas (recuerdo que intento hacerlo conmigo pero aunque megustara muchísimo no le deje que lo hiciera); tres, bebió del mismo emolientede una de sus amigas y para colmo lamió todos los orificios posibles y lo hizoadrede. No es todo, hubo una ocasión en la que le pedí que me ayudara en uncurso y me dije: por lo menos me enseñarà y seguro que es muy bueno. Alprincipio, no se dio tiempo de enseñarme, por eso quedamos en que vendría a micasa para que me enseñara. Yo una pequeña inocente invito a un lobo a su casasin saberlo. ¿Te ha pasado? Es decir, todas nacemos inocentes sin pensar mal deotros y luego ¡boom! nos cae un balde de agua fría. Continuo, mi mala suerteseguía y nos sentamos en el comedor del primer piso de mi casa, no teníaconocimiento de que mis abuelos saldrían esa tarde. Estaba muy nerviosa, estabasola en ese piso con él y geometría. Entonces, comencé y saque mis cuadernos,libros todo; mientras él se distraía con su celular. Luego, el pregunto:¿estaremos solos? Y yo le dije que sí, pero... (Hago una pausa aquí solo paradecir que recién a estas alturas entendí todas sus indirectas de Julián, hechoque no entendí en esos momentos porque yo era muy sana mentalmente, proseguiré)Bien, Julián dijo una frase que me hizo pensar que estaba incómodo porqueestaremos solos y yo me sentí frustrada así que le comente que mis hermanosestaban arriba, si quería podrían bajar pero harían mucha bulla. Creo queestuvo de más mi comentario. No importaba, de todas manera yo creo ahora que èlsi quería estar a solas. Le pregunté sobre el ejercicio de tales y él no me loexplico cómo pensé que lo haría. Primero, Julián me explicó de una forma muyvaga que no entendí y le pedí que me explicara otra vez y lo hizo de mala gana.Para entonces ya me había desilusionado, y el solo paraba en su celular y decíaque tenía que responderle a su novia que vivía en otro país. Luego de esoamigos, acercó su rostro sigilosamente sobre mis hombros mientras yo copiaba su tarea. De pronto sus brazos merodearon y eso no fue lo más desagradable sino que sus brazos me apretabanjusto debajo de mis pechos y eso sí que me asustó muchísimo.