Después de todo lo que pasó ayer, me he dado cuenta que amo a Javi. Sí, le amo demasiado. Creo que es el amor de vida. Además es un chico que tiene las cualidades que me gustan.
Es romántico pero no empalagoso, es cariñoso, extrovertido, aunque si quiero que me cuente algo importante tengo que preguntárselo insistentemente... Eso me gusta.
Por cierto, esta noche he soñado con Javi, y no era un sueño para niños, que digamos... No creo que haga falta explicar lo que hacíamos, jaja. Hemos acabado abrazados en una cama, y eso ha sido... Puf, ¡qué mono estaba dormidito! ^^
Bueno, otro día de instituto, adiós, aunque solo con ver a Javi merece la pena ir. Repito que nunca me había pasado esto, NUNCA.
Acabo de volver del insti, Javi se ha venido a casa para hacer un trabajo por parejas, ha sido un pelín incómodo por lo de anteayer. Aunque ojalá me hubiera besado otra vez.
Hemos acabado y hemos hablado sobre lo de ayer:
-Y, bueno, lo... Lo de ayer –no podía hablar.
-¡Ah, sí! Lo de ayer –se entrecorta– mira fue el calor del momento y lo hice sin pensar, no... No quería hacerlo. Lo siento.
O sea, ¿hola? ¿Ayer me besaste por tu cuenta y hoy dices que sientes el beso? En ese momento tragué saliva, y le dí un beso. Mientras le abrazaba y le decía lo mucho que le quería. ¡¿CÓMO?! ¡¿Que le quieres?! ¡Eso es de gays! Aunque si eso es ser gay, sinceramente me ha gustado.
Al terminar, Javi se sonrojó, tuvo una pequeña sonrisa que trató de disimular y prosiguió hablando:
-David... Yo... No sabía que sentías eso por mí
-Sí, espero que no te haya molestado, lo siento –me sonrojé.
-No, al contrario, me ha gustado...
-¿De verdad?
-Sí, de verdad.