CAPÍTULO 6 ✈ Una puerta no vista

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En el preciso instante que escuché su nombre, todo se fue en un momento, se me bajó la presión y dejé de existir, ¿uno puede perderse en el tiempo? pues en estos momentos no sabía dónde estaba, ni que pasaba, leí una vez "la vida es una sorpresa, no veo porque la muerte no puede ser una mayor" el día de hoy comprobé eso, no podía ser verdad no podía haber escuchado su nombre, sentí mi corazón doler como nunca, me entenderán aquellas personas que han sentido el dolor de haber perdido a un hermano, un amigo, un novio, a sus padres, en pocas palabras, un ser querido.

Salí del auto como una loca, escuchaba voces gritando, corrí lo más rápido que pude hasta los cuerpos que estaban tirados, envueltos en sábanas con insignias de la morgue, me acerqué con los ojos totalmente húmedos por las lágrimas que no podía controlar, sentía que me iba a desvanecer, pregunté por Axel, pero los fiscales solo me alejaban de los cuerpos, sacaba fuerzas para empujarlos y liberarme, gritaba una y otra vez que me dejaran verlo, que quería despedirme, quería verlo, no podía ser él, había algo llamado esperanza que aún no se había desvanecido, uno de ellos me miró y habló

-Señorita, ¿es usted familiar de algún fallecido?

-Sí, es mi novio –dije con la voz quebrada

-¿Cuál es el nombre de su novio?

-Axel, Axel Scott –no podía pronunciar muy bien las palabras debido al nudo que tenía en la garganta

-Señorita sería mejor que venga con una persona más, usted no se ve muy bien –me dijo tomándome del brazo, pero en seguida me solté

-¿Usted no entiende? Necesito saber que no es él, que todo esto es una puta broma –no pude contener más y sentí el pesar en mi cuerpo, me arrodillé y lloraba diciéndole que me dejara verlo, al no ver respuesta alguna me solté y salí corriendo en dirección de los cuerpos cuando sentí unos brazos alrededor mío

-Es el de la derecha –fue lo que mencionó el fiscal e hizo una seña a sus compañeros para que liberaran mis brazos, lo hicieron, salí corriendo y rezando, tenía en frente aquel cuerpo, arrodillada pedía a Dios que no fuera él, pero mi poca fe se me derrumbó cuando su madre entre llantos corría hacia mí, al sentir una gran abrazo por parte de ella se me cayó el alma al piso, me acerqué y bajé la sábana que cubría su rostro y aquella última llama de esperanza se esfumó, lo miré, limpié la sangre de su rostro, era él, era Axel.

Su madre fue atendida de inmediato por los paramédicos ya que se desmayó, y no sé de dónde estoy sacando las fuerzas para estar así, no puedo entender el cómo ni porqué esto sucedió ¿Qué fue eso tan grave que hizo como para que alguien le quite la vida?, está escena desastrosa nunca la podré sacar de mi mente, aún recuerdo que hace unas horas estábamos peleando y al mismo tiempo amándonos a manera nuestra, se supone que esto debía ser nuestro "para siempre"

-Llamen a una ambulancia, él no puede morir, él no -grité con las voz entrecortada y media ronca -él no

Contestaban que ya habían realizado la llamada y que estaban en camino, pero no podía quedarme así, viendo como moría en mis brazos, traté de levantarlo, lo intenté una y otra vez y me quedé helada literalmente cuando escuché un susurro

-Perdón -apenas lo escuché, sentí que la sangre recorría mi cuerpo otra vez, que todo volvía, que era un susto, lo abracé, lo abracé tan fuerte, no quería dejarlo ir, "no voy a dejarlo ir" me lo repetía, no quería que se vaya de mi lado, no quería que me dejara, lo miraba, lo tocaba pero nada, esa fue su última palabra, sus ojos estaban cerrados, lo cogí de la mano lo cogí tan fuerte, ya no habló, no se movió, no lo sentí.

-No, no no no te me mueras –pronunciaron mis labios -por favor, todavía no,, todavía, por favor -supliqué, cogí sus brazos me junté a ellos

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2019 ⏰

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