Nuevamente pasaron algunas semanas.
La chicas, ya mas a golpes que solo palabrería, peleaban por Natsu.
El al menos ya no tenia que estar siendo alado de sus extremidades, pero ahora la situación se podía decir que era peor, el chico estaba sentado en una meza junto a todas las damas que tienen interés en el.
La tensión se sentía en el aire, si Natsu la pudiera tomarla la utilizaría como hilo dental, para quitarse ese trozo de cerdo que se le quedo atorado entre sus dientes frontales.
Las chicas se miraban entre si el resto del gremio solo miraba y sentía aquella presión de parte de las chicas.
Así que solo se limitaban a mirar de lejos, Natsu quien estaba aburrido, pensando en salir a una misión, pero sabía que debía idear una escusa para salir sin necesidad de llevar a 6 chicas mas...necesitaba eso que siempre utiliza pero no todo el tiempo lo hace de forma correcta, asi es, su cerebro.
Debía pensar en algo, para evitar ir con 6 chicas que lo terminarían dañando o en el peor de los caso violando.
Aunque para su suerte Natsu no tubo que pensar mucho, ya que la intervención divina de el maestro Makarov le salvo.
-Natsu ven de inmediato a mi oficina- dijo el maestro caminando tranquilo a su oficina después de hablarle.
Por un lado Natsu le tiraba rosas a Makarov, sabia que después de que lo regañaran podría salir por la ventana del viejo, el ya tenía rato de haber escogido su misión, pero no pudo salir ya que las 6 chicas aparecieron en ese momento, y así solo se fue a sentar, y las chicas lo habían seguido.
Pero no es el punto aquí. Por el otro lado, Natsu aún maldecía su suerte ya que sabia que normalmente el maestro lo llamaba para regañarlo por cosas que destruía.
Una vez llego a la oficina del maestro, este tomo asiento y solamente espero a lo que su maestro le tuviera que decir.
-Natsu- dijo calmado el viejo -¿por qué siempre tienes que destruirlo todo?- dijo el maestro todo cabreado -a pesar de que ya no me sorprende que destruyas 3 casas o hasta una ciudad entera, pero ¿por qué debo de pagar por lo que tu destruyes?- dijo Makarov casi llorando, claro de una manera muy cómica.
Natsu por otro lado solo recibía el regaño con una sonrisa, bueno estaba algo orgulloso de los desastres que el mismo causaba, pero a la vez estaba algo deprimido por eso.
Poco rato despues el maestro dejo de regañarlo, y comenzó a hablar con el la cosa seria que Natsu mayormente no le pondria atención.
El estaría buscando más concentrado con sus instintos una forma de escapar de las chicas, sabia que si salia por la puerta del maestro muy probablemente seria raptado por ellas y terminaría mal.
Tras identificar su escape, aviso a el maestro y le dijo que lo cubriera, inventando que lo puso a barrer su oficina como castigo.
Ya fuera del gremio solo corrió como si no hubiera un mañana, para su suerte llego rápidamente a la estación de trenes.
-al fin libre- suspiro aliviado a punto de entrar al tren. Luego de eso pensó un momento, ¿por qué había vuelto a subir al tren? Estaba solo sin compañía y podía irse caminando.
Antes de poder darse la vuelta, el tren comenzó a moverse, el sin poder reaccionar, solo se tumbo en el suelo con una cara de horror y de nauceas. Y a los pocos minutos se desmayo.
En esos momentos maldecía no haber traído a Lucy o de perdida a Erza para que lo desmayara de una forma poco convencional y evitar sufrir esto.
Unas horas después.
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La inocencia también tiene su encanto (NatsuxHarem)
CasualeSolo lean (me da flojera escribir una descripción).