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Maldita la gana de querer no decepcionar a su madre. Ahora estaba cansada y tendría que quedarse unas horas extras en el instituto por haber aparecido en las dos últimas clases.

De todas formas, ella era una sombra. Se sentía igual en su casa o en los pasillos del colegio, la gente pasaba por su alrededor y la miraban, pero nadie osaba dirigirle una palabra.

“Pritham”

Ella seguía pensando en aquel extraño libro de vuelta a casa, ¿qué era, o quién era la Luna que tanto se mencionaba?

El mirar aquella portada le embelesaba, hacía que creara miles de historias imposibles y reales a la vez, era algo que la situaba alto. Quizás, demasiado alto.

“Debería hablar con Ada, me ayudará a entretener a mamá con alguna temática para el cumpleaños y no tendré que pensarlo yo…”

Haydée aligeró el paso, Adara era una amiga de preescolar, que unos años antes había tomado la decisión de cambiarse a una escuela artística. Si llegaba a tiempo no tendría el problema de que se hubiese ido, o peor; que buscarla en la multitud.

- ¿Dé? ¡DÉ! ¡SANTÍSIMA! ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! Mmmm. -Apareció Adara gritando y saltando, colgándose y juntando sus pechos- ¿Algún chico por aquí?

Sacó sus dotes de actriz y fingió ser una espía, se agachó y ofreció una gran sonrisa.

Sin duda era llamativa. Era algo más alta que Haydeé, con una  melena rizada que cubría gran parte del rostro. Con el cabello casi tan oscuro como sus ojos, dejaba a la vista las mechas azules y rosas que aparecían intermitentemente en sus rebeldes mechones.

Camisetas anchas, de mínimo dos tallas más y pantalones justos. Su mítica chaqueta de cuero negra, heredada de su padre. Y collares y pulseras como para montar una tienda de bisutería improvisada, eso sin olvidar el “Always” de su muñeca.

Daba una imagen activa y alternativa, pero era mucho más de lo que aparentaba.

Sin necesitar dos frases, ya estaba dispuesta a convencer a su madre para organizar algo, más del “estilo” de su ammiga. La acompañó a casa y preparó algo de comer, no tenía pensado avisar a su madre de que no pasaría por casa, tampoco se preocuparon. Pusieron la radio y comieron la pasta provocando a Silver.

“Ella me hacía sentir libre”

Le había salvado en demasiadas ocasiones, y por un momento pensó en lo que sería la Luna para Pritham. Lo pensó mientras la veía reír, mientras el resto quedaba en blanco y ponía caras imitando a sus compañeros de clase. Mientras la veía fingir que estaba bien.

Que todo estaba, y estaría bien.

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⏰ Última actualización: Sep 08, 2014 ⏰

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