Perderse entre sus recuerdos ya era algo cotidiano. Y anhelar una vida pasada sin futuro también era algo a lo que se había acostumbrado en los últimos años, pero no ocurría ningún problema sobre ello.
A Taehyung le bastaba eso; la dulce presencia del azabache y esa sonrisa brillante en sus sueños de todo el tiempo. No era algo de lo que se quejara.
Era… habitual. Familiar, quisiera decir, verle aún en sus sueños. No era extraño o obsesivo, ¿verdad? Él sólo veía al amor de su vida en su cabeza aunque no pudiera verle más en el mundo. Junto a él.
— Uhm…
El castaño relajó el entrecejo cuando sintió a la otra persona junto a él removerse en la cómoda cama.
Taehyung miró a su acompañante, con su rostro relajado, el cabello verde menta desordenado por la noche anterior, los labios entre abiertos y su nariz dulce de botón. Pequeña y distinta a la de alguien más. Entonces, así recostado en su brazo izquierdo y mirándole desde el otro lado de la cama, se preguntó si algún día se sentiría distinto.
Si algún día dejaría de sentir todo esas cosas en su corazón, o dejaría de pensar en él de esa manera acaso. No sabría cómo podría conseguir superarlo, porque olvidar a Jungkook no estaba en sus planes. No podría, o tal vez no quería, olvidar a la persona que le entregó los mejores momentos de su propia vida y la contraria, él creía fielmente que Jungkook le había entregado los momentos más indelebles, y que se había encargado de hacerle saber que aún así el sol no brillará más, él mismo podría hacerle saber que Taehyung era aún más brillante que cualquier sol con su radiante sonrisa. Y eso hacía que no quisiera olvidarle.
Era como si…
— ¿Soñando despierto? —alguien más habló, haciendo a Taehyung dar un pequeño brinco en su sitio. — ¿O es qué acaso aún quieres más, pequeño travieso?
Escuchó al peliverde reír con burla mientras le miraba, con los ojos un poco hinchados por dormir y la sábana cayendo por debajo de su pecho desnudo por moverse a la misma posición que el castaño.
— Oh… Buenos días, Yoongi. ¿Te desperté? —dijo Taehyung con una sonrisa socarrona en el rostro. Pero el peliverde sólo le miraba sin decir algo más. — ¿Qué, por qué me miras de esa forma? ¿Acaso tú eres el qué espera más?
La sonrisa traviesa de Yoongi le hizo reír con dulzura. No iba a negar que el toque descarado que comenzaba a sentir en su muslo también lo insitó a reír y acercarse con ferocidad a él.
Taehyung no pudo reprimir un chillido de sorpresa al sentir las manos frías de Yoongi ahora en su mandíbula, presionando ambos lados, y quedándose mirándole con las pupilas inyectadas de deseo. Después de mirarse con un dejo de fulgor en la mirada, se besaron presionando sus labios con fuerza, callando así las voces extras en la mente de Taehyung. Callando los pensamientos del pasado y abriendo camino a una nueva ola de deseo dentro de ambos.
Pero lo que no sabía Yoongi, es que aunque lo besara con fuerza, lo atara o lo hiciera perderse en el deseo del acto… Había unas veces que el subconsciente de su amante no podía evitar pensar en su amor pasado. En si así se seguirían sintiendo las manos de Jungkook al recorrer su cuerpo, o si así se sentirían los labios de Jungkook al besarlo con ferocidad, si así de bien se sentiría llegar a un orgasmo con él o si acaso… Su sonrisa seguiría siendo igual de dulce después de tener sexo.
A veces le gustaría saber si así sería. Porque tenía miedo, porque comenzaba a temer olvidar su cálido tacto, o el sentimiento de calidez en su pecho al escuchar el te amo salir de los labios ajenos. Temía olvidarlo completamente. No es que Taehyung estuviese traumado con su inesperada partida, sino que él solamente esperaba superarlo y no tener qué hacer, inconscientemente, comparaciones entre Jungkook y Yoongi.
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Memoria Inolvidable | TaeKooK | #EPICONCURSO
Fiksi PenggemarTaehyung no sabe quién es, o quién era en el pasado; la amnesia no lo deja recordar, pero eso no fue un límite para darse cuenta que Jeon Jungkook era un recuerdo indeleble ante su memoria. Historia participe de #EPICONCURSO. Espero me apoyen y haya...