Yahiko cerró los ojos sintiendo a cada segundo el imperceptible movimiento del bebé. Podía percibir cada latido, estaba más que relajado. Incluso intuía que sabia de su persona, sabia como alguien estaba junto a su padre, y no le consideraba alguna amenaza.
—¿Y qué tal?
Solo en ese momento se percató de una mano sobre su cabeza, se sentia extraño ese tipo de afecto de parte de Hanae, no exactamente por la persona, sino por el sentimiento que le provoco. No dudo que ese niño tendría mucho amor, y se sentio cohibido, como si fuera una amenazaba. No contra su vida, más bien a su posición. No debería sentirse asi, pero el miedo era irremediable.
—Sera un niño muy fuerte y sano. Era de esperarse de Haruitsuki— cerro los ojos con inferencia— pero también percibo que sera igual de desastrozo que tú.
—Jaaaáh—se quejó— no causo problemas, ellos viene a mi. Es una grande diferencia.
—Sin embargo, sigues siendo tú, asi que...da igual. Me encargaré de que el niño este bien.
—Es bueno saber eso, confío en que serás un buen hermano mayor para el pequeño— rió pero se corto cuando sintio de nuevo ese tiron en su interior, fruncio el ceño sintiendo la preocupación avanzar a pasos agigantados. Trato de calmarse, y Yahiko noto su cambio de actitud.
—¿Estas bien?
Hanae parpadeo sin mover su cuerpo, de nuevo había sentido ese tiron en su vientre por segu da vez con un dia de diferencia— si..solo ¡oohh!—inclino su cuerpo hacia adelante con una mueca en su rostro de dolor.
—¡No me digas que es hora, Hanae!—salto hacia atrás buscando algo para ayudar a Hanae, no sabia que hacer, jamas en su vida habia pasado por algo asi antes. El solo sabía que los bebés nacían y ya.
—Creo que es hora, Yahiko, por favor ve a por ¡ahh!, busca a Abeno—se dejo caer entre las sábanas, estrujandolas con fuerza para mantener a raya el dolor punzante en el centro de su vientre.
—¡Sí!
Hanae a penas registro la voz de Yahiko, en verdad que en su vida jamas se le paso por la mente que dar a luz a un bebé fuera tan doloroso. Es decir, a parte de que era un chico, cimentó en su cabeza que tendría una operación, no de forma natural. Hasta donde sabía seria lo mejor, porque bueno no era como si tuviera el sexo reproductor femenino. No debia ser una sorpresa estar ahi retorciendose de dolor. Su vida dejo de ser normal desde que se cruzó con Abeno. Los dedosde sus pies se enroscaron al igual que su cuerpo ante una oleada de dolor atravesando su columna esta vez, al parecer las molestias se extendían por su cuerpo.
"¡Quiero a Abeno!"
—Itsuki apresurate—exhalo ante una nueva contracción—esto es mas difícil, que hacer un examen sin estudiar—una de sus manos se poso en su vientre tratando de menguar el dolor con suaves moviento circulares, pero eso no ayudaba en nada. Estaba comenzando a asustarse, no sabia que era normal y que no.
Le unica respuesta a todo era dolor, dolor, y más dolor donde quiera que buscara, no encontraba a livio y su ropa junto a las sábanas comenzaban a humedecerse debido a líquido que expulsaba au cuerpode entre sus piernas. Hanae suspiro con temblor, apretó los dientes tratando de pensar con claridad, y el sudor corrio por su frente ante su esfuerzo. A comodo su cuerpo de modo que una de sus manos llegara entre sus piernas ligeramente abiertas para sentir el canal por donde naceria el niño. Aun era pequeño, faltaba dilatacion, jesus no podia ver a su madre en su situacion cuando le tuvo a él.
Ahora deseaba que hubiesen sido gemelos, pasar de nuevo por eso no seria agradable cuando el unico que adquiría placer era Haruitsuki. Probablemente era su dolor hablando, pero no dejaría que Abeno pudiera su miembro en él, ni quese viniera en su interior. De ninguna manera lo dejaría, tenia suficiente con esta vez.
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❝SHOCK❞ ©Abeshiya
Fanfiction"En donde Hanae mantiene antojos extraños y Abeno como un buen hombre sobre protector " Ashiya © 210119