Capítulo 5

1.2K 150 15
                                    

Hanae acarició la pequeña cabeza de su hijo que dormitaba sobre sus brazos, su rubio cabello se deslizó entre sus dedos y se sintió extrañamaente sentimental, aunque eso era característico en él, esta vez lo sentia diferente. Su pecho se calentó ante el suave gimoteo de su hijo cuando intento dejarlo sobre su cuna. En ese momento abrió sus ojos color azul mirándole de inmediato, no hizo ningún ruido solo se quedo viendo a Hanae quien le mostraba su sonrisa.

—¿Qué sucede cariño? No quieres dormir en tu cuna ¿verdad?. ¿O quieres que Itsuki duerma contigo?—el niño solo movio sus pequeñas manos sin entender lo que le decia su padre, pero le gustaba escuchar su voz, asi que gorgoteo feliz—supongo que eso es un sí. Vamos por papá, entonces.

De camino al patio donde seguramente estaria Abeno sentado sobre las escalera cuidando que Haruhiko no se lastimara jugando con Yahiko. Ya habia habido problemas con algunos yōkai quienes aun no estaban de acuerdo con su unión. El pequeño en sus brazos se removio inquieto, soltando patadas que algunas dieron en su pecho.

—Ya casi estamos por llegar—atravesó el umbral de la puerta que la Mononokean mantenía abierta para Abeno, que saludo antes de salir. Noto enseguida a Haruitsuki de pie viendo hacia el extenso bosque donde se supone Yahiko y Haruhiko jugaban a las escondidas, a paso lento se acerco a su compañero sonriendo cuando llegó hasta él. Rápidamente fue envuelto por el calor de Abeno debido al abrazo.

—¿Todo bien?—Hanae asintió—¿no ha llorado tampoco?

—Lloró un poco, pero no quiere dormir, cada que intento dejarlo en su cuna amenaza con llorar—dijo con voz suave mirando hacia su hijo en brazos, Haruitsuki también miro a su hijo.

—Tú, tampoco has dormido—soltó de repente, y Hanae solo sonrio sin darle importancia—necesitas deacansar—beso la sien de su pareja, más que preocupado. Días atrás, Hanae tuvo un encuentro con un yōkai nada agradable, su pareja tenia un año de haber dado a luz a su segundo hijo. Actualmente Haruhiko contaba con tres años, casi cuatro.

—Estoy bien, Itsuki—unió sus labios con los contrarios, buscando dejar más que claro su mensaje. Se alejaron cuando el bebé en sus brazos jalo la tela roja de la vestimenta particular de Abeno.

No hubo falta palabras para entenderse, Haruitsuki robo un beso a Hanae para después envolver sus brazos esta vez en su hijo y acunarlo en su pecho. La cabeza de su pequeño hijo quedaba justo a la altura de los labios de Hanae quien provecho para pegar sus labios en dicho lugar. Hanae se sonrojo ante la mirada pesada de Abeno al ser visto como besaba a su bebé.

Haruitsuki volvió a sonreír, buscó conectar su mirada con Hanae pero esté la evitaba fijándose solo en su hijo que seguia despierto y más interesado en ver que harian ellos. Bueno, él no iba hacer algo indecoroso frente a su menor. Siempre tenia cuidado de que sus hijos no tuvieran que ver algo no necesario. Su segundo hijo fue concebido mientras ambos estaban en a bañera, y Haruhiko dormia en su cuna. Fueron tan silenciosos como pudieron, aunque no estaba seguro si fueron lo suficientemente bajos al hacerlo o su niño tenia un sueño pesado, que a diferencia de él, era de sueño ligero. Tal vez se debia a Hanae.

El niño en sus brazos decidio que era mejor dormir ahora que sus padres estaban juntos, tenia que recargar energías para más tarde. Su plan se vio frustrado cuando Abeno pellizco la nariz de su hijo, evitando que cerrara los ojos. Sabía que si llegaba a dormir, por el resto del dia estaría despierto y a la llegada de la noche ellos igual estarían despiertos. Su hijo habia perdido la oportunidad de dormir cuando estuvo con Hanae, su esposo era suave pero él no tanto. No podia dejar que sus hijos se salieran con la suya siempre, al menos eso le conto la madre de Hanae. A parte, ¿Por qué no creerle?, ella era madre de dos hijos, quienes ya estaban en la edad de partir de casa. Solía convertirse en el ogro malvado, sin embargo no estaba demás alguna ocasión cumplir algun capricho de sus hijos, a Hanae también. Precisamente por él, es que tomaba muchas decisiones que parecian de un tirano.

❝SHOCK❞ ©AbeshiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora