Parecía un día común en konoha pero no era cualquier día era el día del padre y podía verse a cada niño pasando el día con su padre.
Pero a diferencia de todos ellos Sarada se encontraba buscando el regalo perfecto para la ocasión, quería escoger el mejor regalo pues ese regalo era bien merecido.
Con una sonrisa en su rostro y una bolsa en su mano se dirigía rápidamente a casa, no podía esperar.
-En la casa de los uchihas-
No se si Sarada estará feliz de verme- comento el azabache nervioso- no se que piensa ella de mi...
Tranquilo Sasuke -kun puedes estar seguro de que Sarada te quiere y esta orgullosa de que seas su padre- su esposa le hablo con tranquilidad- Estará muy feliz de que pases este día aquí
Ya estoy en casa!!!- se escucho un grito que puso nervioso directamente al azabache
Que bueno cariño - la pelirosa sonrió al ver el regalo y miró a su esposo- oh cariño traes un regalo
Si mamá, realmente me gusto y... - no logro terminar la oración pues se dio cuenta de la presencia de su padre- Papá
Sarada...- miro conmovido a su hija
No sabia que pasarías el día aquí, si no también te hubiera traído un regalo- sonrió nerviosa- tu me has cuidado de mi desde que era una niña feliz día del padre.
Rápidamente Sarada abrazo a su madre mientras Sasuke con una aura depresiva miraba desde el rincón, luego de unos segundos la risa de la niña lleno la habitación
Feliz día del padre - miro al azabache y le abrió un espacio en el abrazo- se prestado el momento a la broma.
El azabache camino hacia su esposa y su hija y las abrazo con una media sonrisa.
