Capítulo 3

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Ver al chico de los ojos llenos de estrellas lo inquietaba, después de aquel día no importaba donde estuviera sus ojos siempre buscarían al pequeño castaño como si su presencia fuera todo lo que necesitaba en su vida. Honestamente lo estaba volviendo loco, Chris jamás había estado en alguien antes, su curiosidad por ese chico nuevo se le estaba yendo de las manos.

Incluso en las noches el castaño aparecía en sus sueños, como si no pudiera apartarlo de su vida, y aquello le empezó a asustar porque Chris apenas recuerda cuándo fue la última vez que soñó. Es su vida no había espacio para sueños, pero aquel chico le había devuelto aquello sin saberlo.

Puede que esa fuera la razón que Chris buscaba al chico en el colegio y lo observaba de lejos intentando descifrarlo, de estas pequeñas sesiones de observación había aprendido nuevas cosas sobre el menor. Podía decir con seguridad que Minho era la persona más dulce y amable cuando se trataban de aquellos dos niños con los que se juntaba. Y aquello le parecía extraño.

No importaba cuánto tratará de entender al castaño le era imposible, ¿cómo podría alguien dar tanto tan fácil? ¿Por qué aquel chico era tan amable con los desconocidos? ¿Por qué sonreía tan alegre? ¿Y por qué le molestaba tanto todo eso?

Esas eran algunas de las preguntas que lo atormentaban cada día, pensó que si hablaba con aquel chico encontraría la respuesta y, por ello, cuando lo vio entrar a la biblioteca solo, supo que sería su única oportunidad.

Mientras se acercaba al chico empezó a sentir una extraña sensación en su pecho, posicionó una mano cerca de su corazón para sentir como éste latía, cosa que lo sorprendió de sobremanera, alzó la vista para encontrar al chico sonriendo inocentemente cosa que hizo que su corazón latiera con fuerza. El chico era peligroso, si hubiera estado en sus cabales se hubiera girado y se hubiera marchado, pero había algo que le urgía que fuera hacia el menor.

Chris camino con seguridad hacia el incauto chico y paró cuando se dio cuenta que el menor no se percató de su presencia, tendría que haber huido en ese momento, pero antes de que se lo pudiera pensar el chico chocó contra su pecho y él simplemente se quedó quieto observando.

Sus facciones eran tan delicadas y dulces que instantáneamente Chris se acordó de los ángeles que habían dibujados en los cuadros de la catedral, siempre tan etéreos, tan bellos... Sus pensamientos se detuvieron cuando sus ojos se cruzaron con aquellos color chocolate que brillaban incesantemente como una estrella, sintió como se quedaba sin aire ante aquella vista y casi alzó su mano para tocar al menor y asegurarse de que era real.

Quizás tendría que haberte sujeto con más fuerza...

Después de aquel encuentro en la biblioteca Chris pensó que todo había acabado, pero cada vez que el castaño lo veía en los pasillos de la escuela lo saludaba alegremente y él sentía una inmensa urgencia de devolver el saludo. En aquel momento no podía ver las miradas extrañas que el resto le daba, todo lo que sus ojos podían ver era aquel precioso ángel.

Al principio los dos chicos estaban asustados de sus propios gestos, los cuales tenían que pensar dos veces antes de hacer, era frustrante para ambos pero merecía la pena cuando poco a poco su amistad empezó a florecer.

Chris no se había dado cuenta que el chico se había hecho un hueco en su vacío corazón y que con el pasar del tiempo aquel lugar iba creciendo, quizás demasiado grande para que él pudiera sostenerlo al final.

No solo había cambiado su rutina diaria sino que él había empezado a cambiar con ella. Desde que era pequeño después de clases iba directo hacia la catedral para ayudar al sacerdote, pero últimamente encontraba difícil marcharse antes de despedirse de Minho. Al principio solo se esperaba hasta decir adiós, entonces eso se convirtieron en dulces paseos hasta la casa del castaño y finalmente Chris no podía pasar un segundo sin el menor, y empezó a pasar tiempo junto a él después de clases en vez de ir a la catedral como solía hacer.

Azahar [Spanish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora