Mi Amado Rey -EncrexFallacy-

Capitulo Veintiuno.

Charles estaba ayudando a su sobrino a preparar una sorpresa para el rey estaban siendo muy dedicados a la hora de decorar el jardín ya que al día siguiente era el cumpleaños del mayor de seguro Fallacy había olvidado esa fecha y esto lo que estaban haciendo sería perfecto para una fiesta sorpresa que sería para el día siguiente, Encre ayudaba a las sirvientas a decorar algunos árboles y arbustos el padre del pintor lo observaba con algo de disgusto aun no superaba el hecho de que estuviera en una relación amorosa con ese patético vampiro de verdad sentía que se merecía algo mejor para el futuro de su amado hijo... solo pudo suspirar profundamente para después sentarse en la sombra, colocaron una mesa para el té al día siguiente colocarían un juego de tazas para el té que estaría acompañado de un delicioso pastel de chocolate sabor que le encantaba a Fallacy... al cabo de unos minutos otro vampiro apareció en el lugar este era aquel acosador que siempre molestaba al hermano mayor del rey vampiro.

-Hola mon cheri que haces- canturreo para así abrazar al menor desde las caderas.

-Es una sorpresa para Fallacy, estoy ayudando a Jasper-

-Jasper podrías prestarme a tu tío por unos minutos-

-Sí, ya estamos terminando-

-Vamos Charles... tengo que enseñarte algo-

-De que hablas Reaper- menciono nervioso había algo en el aura de su contrario que lo hacía dudar bastante.

Los dos vampiros se adentraron al castillo Reaper caminaba con Charles agarrándolo de la cadera de manera posesiva esto alertaba un poco al contrario se sentía un poco incómodo pero no hizo nada al respecto para evitar que siguieran por su camino, caminaron por unos minutos hasta llegar a la habitación deseada cuando ambos entraron Charles se impresiono, la habitación estaba decorada con una temática romántica las cortinas eran de un color vino tintó y la cama estaba tendida con un cobertor color rojo intenso al igual que habían unas velas aromáticas, en el piso de la habitación estaban esparcidas los pétalos de rosas rojas que terminaban con ese ambiente tan perfecto para la pasión.

-¿Te gusta?....- pregunto algo nervioso sabía que no podía asustar a su amado de lo contrario nada ocurriría.

-Yo... nadie nunca había hecho algo así por mí-

-Solo yo podría hacerlo- delicadamente abrazo a su vampiro especial por la espalda.

-Reaper que haces...- menciono sonrojado sentía algunas caricias al impropias.

-Quiero hacerte mío- continuo de forma seductora mientras lamia el cuello de Charles.

-Espera, Reaper s-suéltame...- estaba muy nervioso eso se podía notar rápidamente se apartó del contrario -Yo tengo que irme-

Pero antes de que el menor pudiera salir escucho como la puerta era cerrada con llave, otro vampiro fuera de la habitación con una sonrisa guardo la llave en su bolsillo para después retirarse lentamente se trataba de Fallacy Reaper había hablado con él para poder evitar que Charles se escapara de las garras de su amado... intento abrirla pero era inútil, cuando se dio cuenta Reaper lo tenía abrazado fuertemente contra la puerta, para seguir lamiendo su cuello y empezar a desvestirlo lentamente al mismo tiempo que acariciaba todo su cuerpo provocativamente.

-Reaper... e-estas seguro de hacer esto- su cara portaba aquel sonrojo carmín que tanto enloquecía al mayor.

-Oh Charles que tonto eres, te amo... quiero amarte... hacerte mío... hacer el amor contigo- lo miro directamente a las cuencas en verdad deseaba con todas sus ganas unirse con aquel ser amado.

-Reaper... yo también te amo- con delicadeza lo beso lentamente para poder sentirlo y saborearlo.

Reaper seguía besando con mucho deseo a su pequeño amante delicadamente lo cargo para llevarlo hasta la cama, el mayor lamia cada parte deseando hacerle bastantes cosas que probablemente disfrutarían ambos, los gemidos eran audibles y tentadores provocando que no pararan por nada del mundo se sentía tan bien acariciándose para demostrar cuanto cariño sentían el uno por el otro, un gemido en especial fue el que saco de sus pensamientos a Reaper era tan dulce ese canto necesitaba escucharlo con más candor... bajo sus besos húmedos hasta la pelvis de Charles quien no podía evitar expresarse con esos ruidos tan sonoros.