Rarita ➳ DoDaeng | #4 | [Saga: Homofóbica]

O14 | Arreglar

Yoojung suspiro pesadamente para después volver su mirada hacía el frente al notar algunas miradas sobre su persona. 

La bajita no se sentía bien. No le gustaba la atención, desde hace bastantes meses la comenzó a odiar. Mordió su labio inferior con algo se nervios por lo que estaba pensado hacer, era un poco incómodo recibir tanta atención y por unos segundos penso en lo que debió sentir su amiga Jennie al ser señalada por sus preferencias.

De alguna manera Yoojung trató de no pensarlo demasiado y abrumar su corazón con más inseguridades de las que ya tenía, puesto que ahora todo estaba bien con Jennie con la persona que amaba y ella era la única en guerra tratando de no morir en el proceso. En sus manos sostenía un pequeño chocolate que pensaba regalarle a Doyeon para tratar de arreglar las cosas, para que no la odiara.

Trataba con todas sus fuerzas no dibujar una sonrisa en su rostro al ver a Doyeon pero era imposible.

Según una de las amigas de Doyeon, Siyeon, le habia dicho que la más alta había pedido reunirse con ella para hablar sobre un tema en concluso.

No entendía, incluso tenía miedo de resultar herida o humillada.

¿Qué podría ser? ¿Bueno o malo?

Las manos de Yoojung sudaban y la jovencita trata con todas sus fuerzas no parecer desesperada.

Abrió la puerta del balcón donde estaba esperando Doyeon por ella. Su corazón reacciono en cuestión de segundos al ver a la chica linda de hermoso rostro.

─D-Doyeon, estoy aquí ─titubeó, la voz de la bajita casi salió como susurro.

La chica más alta se giro para ver a la más bajita que le miraba de lo más insegura.

Otra vez Doyeon comenzaba a sentirse extraña al mirar a Yoojung.

─Choi, llegaste ─Habló finalmente Doyeon luego del silencio.

Por el tono frío en la voz de la más alta le dieron escalofríos a Yoojung.

Doyeon se veía de lo más seria en su semblante, ¿Estaba bien? Se le veía cansada y algo abrumada.

─Quisiera hablar contigo.

Yoojung asintió lentamente mientras se acercaba.

¿Por qué su corazón se sentía tan inseguro de eso?

─Esta bien, Doyeon.

Sin más que decir, ambas chicas se sentaron en el suelo. Sería un largo rato.