Brittney: El chico del hospital

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*Unas horas antes de lo sucedido con Kuroshi*

Cada día con Nattasha era como una aventura, siempre tenía historias interesantes de viajes que había hecho y se interesaba mucho en mis cosas como si yo fuera el centro del universo para ella, era la mejor sensación de todas y ella parecía saberlo.

-Así que Brittney, ¿Haz tenido algún novio?-Preguntó picarona

-Pues no, si me han gustado muchos chicos pero ninguno me determina-Dije algo avergonzada

-No comprendo como pueden ser tan ciegos, eres una chica increíble y divertida, pero hay chicos que solo piensan e el físico de una persona y deberían tratar de ver más allá, osea deberían intentar conocerte más y ver si les gusta tu mente, algo así como ver el alma.

"Vaya, enserio que tiene pensamientos profundos" Me dije

-Y dime Natt, ¿A cuantos chicos haz conquistado con tu técnica del alma y corazón?

No respondió, sólo tomó un cepillo y me lo enseñó agitándolo en sus manos. Al comprender su insinuación me negué.

-No, no, no, no, nadie toca mi cabello.

-¡Por favor! Déjame hacerlo, tengo grandes planes para esos rizos.

Sin poder decir ni una palabra más se sentó detrás de mí y comenzó a desenredar mi cabello y a moverlo de mil maneras.

Sin poder decir ni una palabra más se sentó detrás de mí y comenzó a desenredar mi cabello y a moverlo de mil maneras

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-¿Y bien?-pregunté sin saber si quería la respuesta-¿Cómo quedé?

-Estás divina, ven mírate-Me guió hacia un espejo y me dijo-¿Lo ves? Eres hermosa Britt, lo que importa es que tú te sientas así...

Nos vimos unos segundos y ella saltó de repente.

-¡Hay que salir!-Propuso

Acepté creyendo que iríamos de compras o al cine, no imaginé que me llevaría al hospital.

-¿Qué hacemos aquí Nattasha?-Pregunté un tanto confusa

-Pues te dije que saldríamos, y quería visitar a los enfermos para ayudar un poco-No dijo más nada, solo se dirigió al puesto de enfermeras y comenzó a charlar con una señora.

Me acerqué para ver que le decía y escuché:

-¿Entonces si podemos ser voluntarias? Necesitamos hacer esto, es un proyecto comunitario para la clase de salud.

La mujer asintió y nos dio dos batas.

-Síganme chicas, tenemos un par de niños que estarán felices de verlas.

Fuimos por cientos de habitaciones y dimos vueltas por horas en el hospital.

-Natt, ¿Podemos detenernos 10 minutos para comer? Lo prometo sólo 10...

Ella dudó un momento y luego le dijo a la señora que nos guiaba:

-Queremos descansar unos momentos, no hemos almorzado, si quiere nos dice cual será la próxima habitación y estaremos allí en un santiamén.

Más Allá de Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora