Medicine for life.// Shin Ryujin and Choi Yeonjun

Save me, Please. Cap1.

Capítulo 1

Era una cálida mañana de verano, Shin Ryujin, la adolescente con más problemas del mundo según ella, descansaba plácidamente en su cama, con su sueño perfecto, liberándose de todo y teniendo una vida perfecta, cómo siempre soñó. Claro qué cualquier cosa tiene su parte mala, en este caso, sería la alarma, Maldita Alarma.

Cómo cada mañana la castaña se levanto perezosamente, miró al techo unos segundos antes de levantarse, suspirar, e ir al baño a hacer su rutina diaria de aseo.

Se colocó su vestimenta rápidamente, luego de unos segundos de darse cuenta de qué sí no apuraba su paso llegaría tarde a la escuela, de pronto el mundo comenzó a moverse rápido para ella. Tal cómo todos los días, así era.

Ella vivía con su madre y su abuela. Su madre era una madre soltera qué nunca tuvo suerte en el amor, pero qué a pesar de todo siempre le decía a su hija qué agradecía qué el ''Desgraciado'' de su padre, cómo le dice la chica, la haya conocido, porqué de no ser así hoy en día no existiría la hermosa chica de cabellos castaños y piel blanca, con cierto toque de bronceado lo qué le hacía lucir atractiva, según muchas personas. 

Su abuela era una señora mayor de 71 años, con sabias anécdotas qué le contaba a su nieta y a su hija, incluso en las tardes, cuando comenzaba a recordar cosas del pasado las 3 reían juntas, cómo sí no hubiera un mañana, la chica no se imaginaría una vida sin su familia, ellas 2 eran su vida.

Bajó al comedor y sonrió al ver a las 2 señoras esperándola para comer, sintió cómo una sonrisa de oreja a oreja llegaba a su rostro, mientras la ternura se adueñaba de su corazón al notar el esfuerzo y amor qué ellas sentían por ella. Cómo cada día, pensó alegremente.

Se sentó en una de las sillas del amplio mesón del comedor y las miró fijamente a las dos para luego decir alegremente.

--- Buenos días, mami.

Se refería a la señora qué se había levantado hace poco, y regresaba de la cocina con parte del desayuno qué no estaba listo.

--- Buenos días, abi.

Su queridísima abuela respondió con una cálida sonrisa mientras tomaba un plato sirviéndole a la pequeña comida.

--- Buenos días mi niña.

Le ofreció un asiento a su lado junto con un plato de comida, una comida qué irradiaba un olor increíblemente agradable al olfato de la castaña, inmediatamente sonrió y tomó asiento, cómo obra de arte la comida desapareció de su plato en menos de cinco minutos, sus familiares la miraban sorprendida, rieron inmediatamente. ¿Había desaparecido verdaderamente la comida?, sí, pero desapareció en el estomago de la castaña, las tres rieron.

Las dos señoras se despidieron con un beso de su niña, antes de qué esta saliera corriendo a su escuela, se hacía tarde y la castaña sentía cómo el sol se hacía presente cada vez más fuerte con cada paso qué daba, esta sentía qué había tardado una eternidad en llegar a aquel lugar, se hincó y reposó sus manos en sus rodillas, dando suspiros cansados, su respiración agitada se iría rápidamente, pero el dolor en sus piernas no. Ella nunca fue muy atlética, nunca lo fue.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al oír un grito alocado y descontrolado, ¿De quién era?, pues de su mejor amiga, Hwang Yeji, una chica de buen aspecto, castaña al igual que Ryu, buen cuerpo, sonrisa bonita, y su personalidad, uff, ni hablar de eso.