No logro recordar ninguna imagen de mi infancia sin el bebé, creo que ha estado en la familia desde hace mucho tiempo antes de que yo naciera.
A mi papi le gustaba mucho el bebé y a nosotras también. Siempre que salíamos de Bogotá e íbamos a La Vega, a Vélez o a Aquitania mi papi nos tomaba fotos con el bebé.
El bebé es un Nissan.
Es un carro "cebollero" mitad blanco y mitad rojo, en la punta tenía una paloma plateada con alas de vidrio naranja que alumbraban en la noche, en la puerta de atrás tenía una llanta de repuesto, las sillas eran largas una era larga para copiloto y conductor y en la parte de atrás las otras dos sillas estaban de lado dándole la espalda a las ventanas.
Cuando íbamos a la Vega, al bebé lo dejaban en un espacio que había frente a la casa de mi tío Clodomiro, cuando íbamos a Vélez lo subíamos hasta el frete de la casa de mis abuelos, cuando íbamos a Aquitania lo dejábamos en casa de unos vecinos de mi prima. Cuando subíamos a la peña -también en Aquitania- para visitar a mi tía Transito lo dejábamos en la casa de mi primo Narciso, cuando íbamos a la península o a playa blanca como no cabían todos los carros siempre lo dejábamos haciendo fila con los demás carros.
Con el bebé hemos tenido muchas experiencias mayoría buenas, algunas peculiares; una tarde camino a la Vega atravesamos por un destapado y cuando por fin salimos de ahí a los pocos metros se varó el bebé y mis papás se fueron a buscar algo y nos dejaron a cargo de Yesica que es la mayor de las cuatro; regresaron, pero sin solución así que pasamos la noche en el camino durmiendo dentro del bebé.
A la mañana siguiente cuando nos despertamos mis papás y un señor estaban afuera en la parte de adelante del bebé, le tenían la boca abierta con un palito para que no la cerrara; después de un largo tiempo el bebé arrancó, fuimos al pueblo a llevar al señor que nos ayudó y luego retomamos el rumbo a la finca de mi tío Clodomiro.
Un día en la casa hicieron asado, pero no era una fecha especial como para celebrar, mi papi nos dijo a todas que nos tomaríamos fotos con el carro, nunca nos cansó hacerlo así que fuimos sin rechistar, recuerdo que dejé un lazo para saltar rosado en el bebé; pero después de ese día nunca los volví a ver a ninguno de los dos.
El bebé fue vendido.
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Un perro; ¿Mejor que yo?
General FictionFragmentos del diario de una niña que solo quiere ser feliz