One shot muy corto así que disfruten cuanto puedan y no se olviden de votar si les gustó al menos un poquito.
______
—¡Louis!— La voz aguda de una mujer se escuchó por toda la casa.
En planta alta, el chico estaba recostado en su cama viendo una película. Viéndose interrumpido bufó ruidosamente escuchar su nombre, inhaló profundo antes de responder.
Ni un minuto en paz.
—¿Qué?— Sin despegar sus ojos de la pantalla plana, respondió esperando una respuesta. Respuesta que no llegó en largo tiempo. —¡¿qué?!
Volvió a interrogar, está vez alzando su voz. Pero su madre seguía sin responderle. Se desesperó y estirando sus piernas cual gato, se levantó de su cama. A pisadas fuertes bajó las escaleras, quejándose fuertemente para ser escuchado.
—¡Mamá, ¿qué?!—Saltó los dos últimos escalones y a zancadas llegó a la cocina. Su madre, por otro lado se encontraba bastante alegre charlando con su tía, —ma.
Ninguna de ellas le prestó atención cuando entró a la habitación, pareciendo realmente interesadas en sus intercambios de información vecinal; como siempre.
—Mamá, —si usó un tono brusco, no fue su intención.
La adulta mujer volteó, y con expresión de sorpresa al ver a su hijo junto con ellas.
—Ah hola, Lou, —el castaño alzó sus cejas, interrogando con su mirada. La mujer copió el gesto, sin entender completamente, —¿Qué quieres, amor?
—Ahh, mamá,— el ojiazul se quejó ruidoso ante la memoria de su madre y haciendo un mini berrinche le respondió —tú me llamaste.
Jay frunció su ceño, no recordando haber hecho tal cosa. Tomlinson se dió cuenta y volteando sus ojos, agregó.
—...hace un rato.
—Oh cierto,—Con una sonrisa cálida, disculpó a la visita y mirando amablemente a su hijo, agregó: —Acompaña a tu tía al supermercado.
La mandíbula del ojiazul se abrió con sorpresa y frustración. ¿Me llamó sólo para eso?
—¿Cómo sabes que no tengo nada que hacer?— cuestionó inquisitivamente a su progenitora. Puso sus brazos en jarra e inclinó ligeramente su cabeza. La mujer lo miró sin gracia.
—No tienes nada que hacer. —Y con una penetrante mirada a su hijo, quedó callada. Tomlinson trató de no flaquear ante ella pero su poder era indiscutible.
—Bien. — Su tía a un lado de su madre, aplaudió alegre y acercándose a su sobrino pellizcó una de sus mejillas.
—Nos vamos a divertir tanto, Lou— sonrió dulce hacia el chico y pasó a su lado para buscar sus cosas. Louis le da una última mirada a su madre, quien sonreía victoriosa. Señaló acusadoramente a la mujer y dio media vuelta.
En el living de la casa se encontraba Alexandra, su tía, guardando las cosas para ya partir al supermercado.
La mayor le daba la espalda a la vez que metía sus cosas dentro de su bolso, Louis se quedó esperando sin ganas en el marco de la puerta de entrada. Ale dio media vuelta y miró a su sobrino de pies a cabeza.
—¿Estás seguro de que quieres ir así?— Señaló su atuendo. El castaño bajó su mirada, apreciando su camisa gastada, sus pantalones de pijama y sus pantuflas de conejitos. Sí, estaba seguro.
—Sip— respondió simple y abriendo la puerta salió camino al auto. Sabía que su madre se indignaría al verlo y eso le causaba gracia.
Su tía, incrédula lo siguió, cerrando la puerta detrás de ella. Subió al vehículo y poniendo su bolso en el asiento trasero, lo encendió. Louis a su lado iba haciendo ruidos con su boca.
ESTÁS LEYENDO
ᴛʜᴇ ᴄᴀꜱʜɪᴇʀ ʙᴏʏ - l.s
FanfictionUn dulce Louis yendo en pijamas al supermercado, ¿qué es lo peor que podría pasar?