La Cena.

7.2K 350 41
                                    

Capítulo 41

Bajamos del auto, Asa bajo primero y le abrió la puerta a Jasseneth, yo me baje sola. Ambos caminaron a la puerta y Asa abrió, para después, ¡CERRAR LA PUERTA EN MI CARA!. Inhale y exhale furiosa. Tomé el picaporte y al tratar de abrir, esta estaba duro. También colocó el seguro. Comienza la peor noche de la historia de las noches.

-¡Asa!, ¡Morgan! -grité golpeando fuerte la puerta.-

Nadie llegó a abrirme. Bufé y seguí golpeando, pero aún así, nada. Caminé hacia la puerta trasera, pero estaba cerrada también. Comencé a maldecir en voz baja, cuando sentí dos gatitas de agua caer en mis brazos, mire al cielo y estaba nublado. Comencé a golpear la puerta aún más fuerte, pero nadie estaba en la cocina. Y es ahí donde me pregunté.. ¿Dónde carajos se encuentran todos?, ¿En el ático?. La lluvia comenzó a hacerse más fuerte, corrí a la puerta principal y toqué con más fuerza, al grado de hacer mi mano un puño y golpear tan fuerte como mis fuerzas pudieron salir. Agarre mi cabello con frustración y camine hacia el jardín, tome una piedra pequeña y la aventé hacia la ventana, pero nada.

-¡Morgan! -grité ya enfurecida. Pero aún así, nadie salió.-

Camine a la puerta y me senté. La lluvia caía incesablemente, coloque mis manos en mi cara y lloré. No podía pasar esto, ¿qué le sucedió a Asa?. De repente, una gota grande callo a mi lado, haciendo que volteara y viera la maceta color naranja con flores marchitas de mamá, ¡la llave!, había una llave ahí dentro, escondida. Tome la maceta y la rompí con fuerza. Escarbé entre la tierra mojada, que se convertía en lodo. Por fin encontré la llave, la limpie con mi vestido empapado de agua y lodo, abrí la puerta por fin, tomé el picaporte, lo gire y azoté la puerta lo más fuerte que pude, esta se regresó por la fuerza y la azote de nuevo, haciendo que los vidrios temblaran. Todos corrieron hacia la entrada. Mi cabello estaba empapado, mi vestido sucio, mis botas estaban hechas un asco.

-¿Qué te sucedió? -dijo mi madre mirándome de pies a cabeza. Asa me miraba asustado, mientras yo lo miraba enfurecida.-

-Nada que no les importé más que una estúpida cena. -dije. Divise las escaleras y corrí hacia estas. Subí de prisa y azoté la puerta de mi habitación.-

Me quite toda la ropa, me metí al baño y comencé a ducharme. Cinco minutos después salí y me cambié con mi pijama. No pensaba bajar de nuevo a "cenar" con todos. Seque mi cabello y lo amarre en una coleta. Me acerque a la ventana y comencé a contemplar las pequeñas gotas que escurrían por el vidrio de la ventana. Escuche tres golpes leves en la puerta. No hice caso, me senté cerca de la ventana mientras miraba las calles mojarse.

-______, abre la puerta por favor. -escuche la voz de Asa. Cerré los ojos y negué para mi misma.-

Seguí mirando, sin escuchar las palabras de Asa detrás de y la puerta. Comencé a tocar cada gota con mis dedos, iba siguiéndolas con el índice, jugueteando con la ventana y las gotas.

-Oye, por favor, abre la puerta, necesito hablar contigo.-

Seguí ignorando. Me había hecho algo que nunca pensé. La cena había sido un completo asco para mi, mojarme y llenarme de lodo no es nada lindo.

-Princesa.. -su voz se volvió suave. Sin más, me dirigí a la puerta, abrí y lo mire. Estaba recargado en el marco de esta, con el puño a punto de volver a tocar la puerta.-

-¿Qué necesitas? -dije sin expresión-

-Hablar. ¿Puedo? -asentí-

-Pasa. -me hice a un lado para que el pudiera entrar. El pasó con las manos en los bolsillos, cabizbajo. Cerré la puerta detrás de mi y lo miré-

-¿No irás a cenar? -pregunto mirándome-

-¿Crees que lo haré? -respondí de inmediato-

-Lo lamento.

-No lo lamentes y mejor ve a tu cena. Es importante que papá y mamá vean que tienes novia. -lo miraba a los ojos, seria.-

-No lo es.

-Lo es. Vete. -señalé la puerta-

-No hasta que me disculpes.

-Hablaremos luego. Vete. -un nudo gigante se hizo en mi garganta.-

-Ya he.. -lo interrumpí-

-Yo también lo he dicho, vete -dije con voz quebrada.-

Asintió. Abrió la puerta y salió cabizbajo. Cerré la puerta de un azotón, coloque el seguro y me dirigí a la ventana de nuevo. Pude mirar que el auto de Asa se alejaba. De nuevo, tocaron a mi puerta, levemente.

-¿Puedo pasar? -escuche la voz de mi madre.-

-No puedes. -grite-

Lo que había pasado esta noches jamás lo olvidaría. Se que es una niñada el haber hecho esto, pero no me importa parecer una niña que hace berrinches por cualquier cosa. Lo que menos soporto es esto, que me hagan a un lado y se olviden de mi. No es una tontería, si no un sentimiento.

----Cuatro Horas Después----

Camine hacia mi cama, con sueño. Mi estómago rugía tal cual tigre, pero por nada iba a bajar las escaleras para toparme con preguntas como "¿qué ocurre?" O "¿estas bien?". Deshice mi cama, me dirigí a la puerta y me asomé, estaba todo apagado, eran las once de la noche. Abrí lentamente la puerta y me dirigí a la cocina de puntitas. Baje las escaleras y con cuidado me dirigí de nuevo a la cocina. Abrí la puerta lentamente, comencé a sobar la pared hasta que encontré el apagador; encendí la luz y camina hacia el refrigerador, saque leche y serví en un vaso, la cerré, la guarde y me fui directo hacia la alacena, saque pan tostado y coloque dos rebanadas encima de mi vaso con leche. Guarde el pan y cuando me gire para dirigirme a mi vaso, el estaba ahí parado...

-¿Hablaremos ahora?

-No. Quítate.

-No, señorita, así no se piden las cosas.

-Así las pido yo.

-Pídelas bien.

-No. Ahora, quítate.

-No.

-Hazte a un lado.

-Dilo bien

-Dame permiso, hermano mayor. -dije. El se movió y me miro confundido.-

-¿Hermano?

-Lo eres, ¿o me equivoco?

-N.. No..

-Bien.

Tomé mi vaso de leche y las dos rebanadas de pan. Camine hasta mi habitación y cerré la puerta, coloque el seguro suspire.

-¿Por qué lo hice? -dije en un susurro.-

Comencé a comer, mientras pensaba en como sería de nuevo mi vida con Asa. ¿La misma antes de ser.. "Novios"?

-¿Puedo pasar? -escuche sin golpes leves. Sólo su voz.-

Me dirigí a la puerta y abrí.

-Pasa. -susurre.-

-¿Hermanos?

-Si.

-Bien. Te pido una disculpa por lo que sucedió, creí que habías entrado antes ..

-Creíste mal. Por lo menos hubieras dejado sin seguro.

-Lo lamento. -fue lo último que dijo. Me abrazó y beso mi mejilla- hasta mañana, hermanita. -dijo lo último como si le pesara decirlo. Camino hacia la puerta, pero antes de salir lo detuve.-

-Discúlpame por ser siempre la misma niña idiota de siempre. -dije a punto de llorar. Se acercó lentamente a mi oído y susurro: <<Eres mi niña y te amo. Aunque no me disculpes, te amaré siempre.>> y salió.-

Cerré la puerta y me resbale sobre esta, cayendo suave al piso.

-Nunca serás mi hermano, Asa.. Nunca.. -susurre.-

Enamorada De... ¿Mi Hermano? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora