Learn on, Toga-san [Bakutoga] [Izuocha]

Leccιóɴ 1: Sιɴcerιdαd

Trenzó aquel cabello amarillo como los rayos del sol, con delicadeza, mientras trataba de que las ideas salieran de su cabeza.

—¿Cuál será mi primera lección,Uraraka-san?—Toga se llevó una galleta a la boca.

—Bueno...—La amante del mocho cerró sus ojos para pensar con más claridad pero era contradictorio porque ahora estaba a oscuras. Abrió los ojos y suspiró con frustración—. Lamento hacerte perder tu tiempo, Toga-san.

La rubia se había acercado a la ventana. Observaba con detenimiento cómo la lluvia caía afuera.

—Me recuerda a Katsuki—Le comentó a su amiga.

Uraraka no la entendía.

—¿Por qué?—Se animó a preguntar.

Afuera el cielo se iluminó, seguido de un estruendo. “Truenos”, supuso ella. Luego, unió sus ideas. Los truenos quizás le recordaban, a Toga, el sonido de las explosiones que Bakugo producía con su quirk.

—Estás muy enamorada de él ¿verdad?—Estaba sentada en la cama viendo cómo la mirada de su amiga se perdía en el horizonte.

—Y tú de Deku-kun—Contratacó la ex villana con una sonrisa traviesa, apartando la vista del exterior—. Esa lista,—Señaló el escritorio de la joven heroína — lo demuestra.

Ochaco se sonrojó. Recordaba aquella lista, que no era suya sino de Deku (las habían intercambiado).

—¿Por qué quisiste ayu...?—Ochaco tosió.

Aquel sonido provocó que Toga posara su atención en ella, con preocupación.

—Debería avisarle a alguien que reparara esto—Colocó unos zapatos en sus pies—. Traeré a Hatsume del taller.

—Es muy tarde. Quizás...

—Seguirá discutiendo con Iida, por supuesto —La interrumpió—. Volveré enseguida.

Se sentó en su silla, frente a su escritorio. Apretó sus mejillas con frustración. Tenía que ayudarla.

“¿Qué haría, Izuku-kun?”, le dijo una voz en su cabeza.

—Anotaría posibles ideas en una libreta o simplemente exploraría su entorno para llegar a una conclusión —Dijo en voz alta—. Pero eso es lo que él haría—Agachó la cabeza.

En su vista se posó aquella lista que él había escrito meses atrás. Una idea llegó a su cabeza.

Ella no era Izuku, era Uraraka. Una chica que podía resolver sus problemas por su cuenta.

—Lo tengo—Dijo al fin.

Toga recibió un regaño por parte de Iida debido a la ventana rota y la posibilidad de que Uraraka pudiera contraer un resfriado.

—Estaré aquí, junto con Iida-kun—Les avisó a ambas, la inventora—. No estorbaré. Ustedes pueden seguir con su noche de chicas.

Dicho esto último, se ubicó junto la ventana y se dispuso a sacar el vidrio roto para poder reemplazarlo por uno nuevo.

—Tu primera lección,Toga-san, será la sinceridad—Se sintió satisfecha consigo misma después de decirlo—. Cuando era pequeña, mamá, decía que debía ser sincera para ser una buena niña.

—¿Ser sincera?—Pestañeó su amiga—. ¿Sobre todo?

—Si así lo deseas—No sabía por qué pero se arrepentiría de haber dicho esas palabras.

Permaneció en silencio por un par de minutos. Solo podía oírse cómo Hatsume maldecía por lo bajo cuando Iida dejaba caer un par de pedazos de vidrio por error.

—Robé las botas de Hatsume-san en varias ocasiones —Dijo en voz alta—. Fingí ser una estudiante de U.A.

La mencionada parecía no haberla escuchado o simplemente estaba concentrada en discutir con Iida, otra vez.

—Tomé la lista que escribiste y se la envíe a Deku—Reveló con soltura —. Quise ayudarte para demostrarte que tenía razón y porque yo estaba enamorada de alguien más —Continuó—. Le juego bromas a Dabi porque sé que le enfurecen. Continuamente llamo a la Academia solo para hacer correr el pánico por diversión, a pesar de que no tengo permitido hacerlo por el acuerdo que firmé.

Uraraka ahora comprendía por qué la campana de emergencias sonaba seis veces a la semana.

—Deberías hacer masticar con la boca cerrada cuando comes mochi Uraraka. Si hicieras más ejercio serías más delgada. Tendrías que ser decidida. Aceptar cómo te sientes habría ayudado a que tú y Deku estuvieran juntos desde mucho antes—Agregó con una sonrisa—. Respecto a Deku creo que...

—¡Ya es suficiente!—Gritó Uraraka.

Iida tiró el vidrio nuevo al suelo, sobresaltado, y Hatsume se puso roja de furia.

—Tiene que ser una broma, Iida—Se quejó la inventora.

Ambas se sentaron en el corredor para alejarse de la discusión que tenían Iida y Hatsume.

—Despertarán a todos—Tapó sus oídos Toga.

—Sí—La secundó la castaña, tapando también sus oídos.

—¿Aprobé la lección de hoy, Uraraka-san?

—¿Qué?

Toga repitió su pregunta una vez más.

—¡¿Qué?!—Gritó Uraraka.

Despertaron a la mayoría de sus compañeras por los gritos.

Ambas fueron sacadas del edificio, junto con Iida y Hatsume que seguían discutiendo.

—¿Uraraka, pasé mi lección de hoy?—Toga sostenía un paraguas.

—Solo...—Lluvia caía en su cabello castaño.

Su noche estaba siendo la peor por su culpa.

—¡¿Uraraka?!

—Solo quiero dormir en paz—Lloraba bajo la lluvia, mientras se derrumbaba en el suelo.

Iida y Hatsume, bajo un paraguas, dejaron de discutir.

Los cuatro lograron la forma de entrar nuevamente al edificio e instalarse en la sala pues, sus amigas, les habían quitado las llaves de su habitación.

Iida se despidió de las tres, intercambió una mirada de disgusto con la inventora, y corrió hacia las escaleras.

—Imposible—Se sentó en el suelo—. Ya no podré regresar al taller con toda esta lluvia. Si mis botas se ensucian, podría ensuciar el suelo y las herramientas del taller y...—Siguió hablando sola.

Uraraka posó su cabeza en un cojín del sofá, para intentar dormir.

—Ochaco,—Toga sacudía su cabello—. No puedo dormir con las luces apagadas.

Sería una larga semana.