Me quedé mirando la pantalla de mi celular mientras trataba de procesar lo que había sucedido; alcé mi vista hacia Maya quién se mostraba ansiosa por saber de que se trataba aquella llamada, relamí mis labios y dejé el celular sobre la mesa.
-Creo que debes de tener una idea lo que acaba de suceder. -Pronuncié mirándola, yo aún trataba de entender la situación; así que explicárselo a otra persona sería un poco difícil.- La llamada que acabo de recibir fue algo...extraña. -Hice una ligera mueca con mis labios- Alguien, además de nosotros sabe sobre la existencia del diario, y que yo lo tengo.
-¿Como puede ser eso posible? Ni siquiera yo, que soy su mejor amiga sabía de eso. -Dijo la castaña con un poco de decepción en la voz. Mordió su labio inferior nerviosa y suspiro pesadamente- ¿Y si alguien puso el diario en el casillero apropósito? Quiero decir...conozco a Paige y estoy segura de que el casillero del instituto no sería su lugar ideal para guardar algo de ese tipo.
Escuche atento las palabras de Maya tratando de entender a lo que se quería referir; todo esto se volvía cada vez más y más extraño.
-¿Dices que el que puso eso allí...lo dejó con la intención de que lo encontraran? -La miré alzando una ceja, ella asintió-
-Así es, incluso me atrevería a decir que quién dejó el diario allí; conoce sobre el paradero de Paige, o quizás pueda ser el responsable. -Terminó de decir, un frío recorrió mi espalda al oír esa posibilidad que, a decir verdad no era tan loca como sonaba- Hay dos chicos en el instituto que hacían sufrir a Paige desde el primer día en que ella pisó ese lugar; quizás sea bueno empezar la investigación por ahí.
-Me parece bien, si quieres podemos reunirnos esta tarde en mi departamento, así podemos trabajar más cómodos. -Dije y ella soltó una risa a lo cual una expresión de confusión se hizo presente en mi rostro- ¿Que? ¿Dije algo que no debía decir o tengo algo en la cara?
-Maya negó con la cabeza mientras se metía un mechón de cabello detrás de la oreja- No, no es nada de eso. Es sólo que nunca acepto invitaciones a los departamentos o casas de chicos. -Soltó divertida, debía admitirlo; era una chica hermosa pero por ahora no tenía intenciones de llegar a algo con alguien-
-Tranquila, solo nos ocuparemos del caso de Paige, además; no vivo solo, tengo un compañero llamado Ryan. -Respondí con una leve sonrisa- ¿Te parece reunirnos a eso de las 5? -Pregunté esperando alguna respuesta de su parte. Ella asintió tomando su bolso para sacar unos billetes- Oh, no te preocupes, yo invito. -Dije amable mientras sacaba mi billetera para dejar unos cuantos billetes sobre la mesa-
-Vale, gracias Justin. Nos vemos más tarde, envíame la dirección. -Se levantó de la silla e hice lo mismo, me dió un beso en la mejilla para luego marcharse de aquel lugar; deje los billetes encima de la mesa, salí de allí para tomar rumbo a el departamento y así ordenar un poco antes de que Maya llegara-
***
Veo mi reflejo en el espejo; piel pálida como la luna, ojeras tan oscuras como la noche y un cabello castaño despeinado. Suspiro pesadamente y vuelvo a el colchón que está en el rincón de la pequeña habitación; aquellas imágenes aún recorren mi mente una y otra vez.
Sus frías manos sobre mi cintura, diciéndome que todo estaría bien, que sólo sería un paseo...lo último que recuerdo es esa sonrisa y esos hermosos ojos que me daban tranquilidad cada vez que me detenía a mirarlos; luego, desperté en esta habitación, confundida y aterrada.
Aún recuerdo ese sentimiento de los primeros días, no podía mirarlo a la cara, no quería aceptar que me había traicionado de alguna manera cuando él se había convertido en mi seguridad.
La puerta de la habitación chilló, ya estaba acostumbrada a ese sonido; me hacía saber que él había llegado. Me había aprendido su horario, y como me había portado bien los últimos días; me dio como regalo un cuaderno y lápices de colores, sonreí cuando me los entrego; una de mis pasiones era escribir, me relajaba y podía desahogarme.
Alcé mi vista para mirarlo, parado allí como de costumbre...sin quitarme la vista de encima. Amaba esa mirada, me traía paz y tranquilidad pero sobre todo seguridad; me sentía segura de mi misma.
-Me alegra verte Justin. -Murmure sin quitarle la vista de encima, adoraba esos ojos mieles y esa sonrisa que a cualquiera podía encantar de solo verla unos segundos-
-Hola P, ¿me extrañaste?
-Andrea.

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Plan De Muerte. |J.b| (+16)
FanfictionCuando Justin entra a una nueva escuela espera todo menos lo que sucede. Al ser asignado a un casillero encuentra algo totalmente inesperado. Un diario de una joven llamada Paige; encuentra escrito el día a día de la chica, y también algo muy peculi...