-¿Así que Castle Combe?
-Castle Combe.-Hermione se dejó caer junto a Draco en el sillón, mientras él jugaba con Rose sobre su regazo.- ¿Estás de acuerdo?
-Pues...Sí. Es un lugar lindo.
-Lo adoro. Es tan tierno, y tengo un empleo, y la gente es muy agradable, ¿Y sabes cuál es la mejor parte?
-¿Cuál?-Draco seguía jugueteando con las manitas de su hija, que estaba sentada en sus piernas frente a él, babeando.
-No hay mafias aquí.-Susurró la castaña, y Draco giró la cabeza para arquear una ceja en su dirección.
-Listilla.
-Te amo.-Con una risita, Hermione se inclinó sobre su novio y besó su mejilla antes de ponerse de pie nuevamente y caminar hacia la cocina para terminar de acomodar los restos de la cena de esa noche.
Al pasar frente a Draco, este estiró una mano y le pellizcó el trasero, haciéndola pegar un salto y soltar un chillido.
Hermione lo fulminó con la mirada de manera juguetona antes de entrar en la cocina.
-Castle Combe será...-Murmuró el rubio mientras depositaba a su hija sobre el carro y caminaba hacia donde estaba Hermione.
-¿Nena?
-¿Sí?
-¿Puedo hacerte una pregunta?
Hermione lo miró extrañada ante el evidente nerviosismo del rubio, pero no dejó de refregar los platos.
-Claro, nene.
Draco inspiró hondo, y comenzó a rebuscar algo en el bolsillo de sus jeans.
-¿Podrías dejar los platos?
-¿Qué-
-Hermione, deja eso.-La castaña le frunció el ceño, pero obedeció, dejando la vajilla a medio enjabonar y secándose las manos mientras se giraba hacia su novio.
-¿Qué sucede?
-Bien... Iba a preguntártelo esta noche en algún restaurant, pero... No puedo esperar más.
-¿Qué, Draco?
Hermione observó con los ojos como platos cómo Draco se ponía de rodillas frente a ella, alzando una pequeña caja negra frente a él.
-Cásate conmigo.
El aire se le atascó en la garganta y los ojos se le llenaron de lágrimas.
-¿Mione?-Draco observó, con un creciente nerviosismo como su novia abría y cerraba la boca sin decir nada.-Más te vale decir que sí.
Finalmente, la castaña soltó una carcajada antes de acercarse a él para acariciar sus cabellos cobrizos.
-Mandón.
-Sí, lo soy.-Hermione se mordió el labio inferior con fuerza, mientras lentamente se dejaba caer frente a él, de rodillas también.-Todavía no me has respondido.
-Estoy disfrutando... Creo que nunca te había visto tan nervioso-Murmuró juguetona, pegándose más a él.
-Eres una mujer malvada.
-Aprendí del mejor.-Draco rodó los ojos mientras abría la caja de terciopelo, revelando un anillo precioso.
-Cásate conmigo, nena.
Hermione sonrió lentamente.
-Sí, amor, me casaré contigo.
Draco volvió a respirar profundamente desde que se había decidido a pedirle matrimonio, y colocó ceremonialmente el anillo en el dedo de su ahora prometida.
La rodeó con sus brazos, apretando sus nalgas entre sus grandes manos.
-Te amo, cariño.
-Te amo todavía más, Malfoy.
.
6 años más tarde
-Hermione, ni se te ocurra.
La castaña le frunció el ceño a su marido, pero ignoró la orden y siguió encaminándose a la enorme piscina del jardín.
-Vuelve aquí ahora, maldita sea, podrías resbalarte y partirte el cráneo.
-No me caeré.
-Ese suelo es resbaloso.-Masculló Draco, indignado, caminando detrás de su esposa.
-No voy a quedarme allí adentro encerrada cuando tenemos esto en nuestro jardín, tengo calor.-Protestó, sin disminuir en su marcha.
-Ya te caíste aquí una vez, no seas cabezota.
-Eso fue hace tres años, y estaba distraída.
-Pero no estabas embarazada.
-Y justamente porque ahora estoy embarazada estaré más atenta.
Hermione decidió no discutir cuando el brazo de su esposo rodeo su cintura, ayudándola a bajar los tres escalones que guiaban a su paraíso personal.
-Creo que soy el único estúpido al que se le ocurre construir una piscina en un lugar en donde sale el sol dos veces al año.
-Sabes que lo hiciste para consentirnos a Rose y a mí, y te lo agradecemos mucho.-Respondió la castaña, melosa, mientras giraba el rostro para depositar un besito en la mandíbula de Draco.
Él bufó.
-¿Hablaste con Rose hoy?-Preguntó, mientras veía a su testaruda mujer quitarse la enorme remera que llevaba puesta, revelando su vientre de ya siete meses.
-Sí, está feliz de pasar estas vacaciones con sus tíos, pero le he dicho que será sólo una semana. No puedo tenerla lejos de mí tanto tiempo.
Draco sonrió.
Su testaruda y sobreprotectora mujer. Cuánto la adoraba.
-¡Hermione!
Draco corrió hacia ella cuando la vio tambalearse levemente en el camino a la piscina, y la tomó de la cintura para estabilizarla.
-Draco, tranquilízate. A este paso, te llenarás de canas prematuramente, cariño.
Draco bufó.
-Claro, y será culpa tuya.
Hermione soltó una carcajada, girándose para besar sus labios brevemente.
-No puedes vivir sin mí.-Sentenció, antes de girarse y meter ambos pies en el primer escalón de la enorme piscina.
Draco la vio tantear el agua, y caminar de un lado al otro esperando a acostumbrase a la temperatura, mientras se acariciaba el vientre distraídamente, y se agachaba para quitar las pequeñas hojitas verdes que habían ido a parar allí dentro.
-No, no puedo...-Susurró finalmente, antes de seguirla dentro del agua.
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Mío-Dramione
FanfictionDraco Malfoy tiene a su hija y al amor de su vida junto a él. Nada puede andar mal... ¿O sí? En la mafia, los problemas no son algo que se ausenten por mucho tiempo y cuando ciertas realidades golpean duro a la pareja, ¿podrán sobrellevarlo? ¿O deci...