24.

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Minho estaba sentando en unas de las esquinas del salón de prácticas, sentando despreocupadamente con los brazos cruzados mientras miraba a los chicos de primer año moverse siguiendo la música. Sabía que varios estaban más al pendiente de su presencia que de poder realizar los pasos de la coreografía que el profesor les había otorgado. Su reputación seguía no siendo la mejor, y supuso que eso causaba revuelo entre algunas chicas que creían sentirse atraídas al peligro, fuera de eso, Minho sabía que su aspecto era bastante bueno, no le parecía algo raro tener miradas sobre él, aunque le incomodara.

Sus ojos estaban sobre Felix. Nunca lo había visto bailar cuando eran novios, de hecho, le sorprendió mucho verlo en la facultad de artes, aunque por alguna razón, tampoco se imaginaba al rubio haciendo algo más ahora que sabía a qué  se quería dedicar, mucho menos cuando lo veía bailar con tanta pasión, lo hacía bastaste bien. La primera vez que visitó la sala de prácticas, en un horario que no era el suyo para verlo, no pudo decir mucho sobre como se movía, porque habían tenido sexo y a Felix le costaba bastante caminar. Se divirtió bastante ese día solo viendo la mala cara que el australiano le ponía como si fuera su culpa, -si lo era-.

Minho no se lo iba a decir, pero además de que disfrutaba viendo a Felix sonreír y disfrutar lo que hacía, tenía otra razón para estar mirándolo. Y es que, en cierto modo, se había quedado pensando de más en lo que sus compañeros dijeron sobre el profesor estando interesado en el menor. Se quería asegurar de que nada le pasara.

ㅡBueno, terminaré la clase aquí ㅡhabló el profesor fuerte y claro, para que todos pudieran escucharlo a la vez que sus ojos se encontraban puestos en el reloj de su muñeca. Felix se mordió el labio inferior con suavidad, dirigiéndose hacia el castaño. Minho, por su parte, se había levantado del asiento y traía el bolso del rubio colgado del hombro, le extendió la toalla la cual Felix aceptó gustoso, limpiando el resto de sudor inmediatamente de su rostro y cuello.

ㅡNo tenías que esperar a que saliera, han sido como dos horas y medias ㅡ Mencionó el menor, aun secándose. Estaba preocupado de que Minho se hubiera podido aburrir de estar todo el tiempo ahí sentado sin hacer nada, llevaba días haciendo lo mismo. No obstante, el sonido de negación que este soltó lo hizo disipar un poco de aquel sentimiento y esbozar una sonrisa tímida.

ㅡYo quería hacerlo, me gusta mirarte mientras bailas, te ves bien ㅡMinho le devolvió a medias la sonrisa. Lo único que le seguía incomodando del lugar eran las miradas.

Un sonrojo se instaló en el rostro de Felix, para su suerte este pasó desapercibido porque sus mejillas se encontraba rosadas por todo el esfuerzo que había puesto en sus clases. No tardó mucho en terminar de secar cuanto pudiera de su cuerpo y volvió a guardar la toalla en el bolso, cuando volvió a mirar hacia el mayor, este ya tenía su vista en él y por primera vez se estremeció al ver tanta adoración en los ojos de Minho. Su corazón reaccionó de inmediato a ello.

ㅡ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara?

ㅡTus pecas, las extrañabaㅡMinho murmuró, acercando su mano hasta la más pequeña de Felix, no es que él tuviera la mano mucho más grande, pero le daba ternura como las del otro chico parecían ser en miniatura. Con cuidado entrelazó sus dedos, sin dejar de ver el rostro del adverso en ningún momento.

El nerviosismo surtió efecto en Felix más rápido de lo que se esperaba y empezó a balbucear cosas que trataban de decir algo como: "Ah, sí, maquillaje y tapar"

El mayor reprimió la risa que amenazó con salir, no obstante, no pudo evitar la diversión que se mostró en su expresión, Felix golpeó con suavidad su hombro contra el del castaño, formando un pequeño puchero, a sabiendas que se estaba divirtiendo al verlo de esa manera.

Minho de reojo pudo ver claramente como el profesor miraba a ambos interactuar, no muy cómodo con ello. Resultaba que era obvio que estaba ligeramente interesado en Felix, una lástima, porque él también lo estaba, por no decir que su estado actual era completamente enamorado del australiano.

ㅡVamos, LixieㅡJaló suavemente de la mano del mencionado, quien no opuso resistencia y se dejó llevar hacia el pasillo, mientras hablaba y hablaba de sus clases y de que le gustaba bastante la coreografía. Minho lo escuchaba atentamente, con una sonrisa por lo feliz que el pequeño se veía.

ㅡPero hay una parte que me cuesta bastante y no s-ㅡFelix continuó hablando pero se vio interrumpido por unos labios contra los suyos, sin tardar tanto en recomponerse, sus belfos comenzaron un ritmo lento contra los ajenos, mientras su mano apretaba suave la otra que se encontraba sujetando. La mano desocupada de Minho pasó a estar en su mejilla, propinando caricias lentas con su dedo pulgar sobre la piel. Los ojos del rubio se cerraron en cuanto el beso se profundizó un poco más en el momento en que ambos ladearon sus cabezas, sin embargo, aunque no quería separarse, la falta de aire pudo con ellos. ㅡ¿Por qué fue eso?ㅡpreguntó en cuanto hubo distancia y abrió los ojos.

ㅡTe veías lindo hablando y no pude resistirmeㅡRespondió Minho con simpleza, aun otorgando caricias en la piel del menor. ㅡFelix, ¿Dónde aprendiste a besar tan bien? Incluso la primera vez que nos besamos, tu ya tenías algo de experiencia.

La pregunta sobresaltó al australiano, el cual soltó una risa nerviosa ㅡNo tantaㅡTrató de evitar el tema, pero Minho no se dio por vencido y alzó una de sus cejas, esperando una respuesta, que Felix no estaba seguro de dar, por alguna razón. Pese a ello se rindió tras mantener un poco de contacto visual y soltó un suspiro. ㅡHwang Hyunjinㅡ Mencionó, tomando por sorpresa a Minho. Este abrió su boca para replicar, pero se adelantó. ㅡHyunjin es mi ex novio, antes de estar contigo, estuve con él.

La mirada de Minho denotaba un poco de molestia, nada comparado con la que sentía recorrerle por todo el cuerpo. No le gustaba Hyunjin demasiado, tenían sus problemas. Ahora le gustaba menos si pensaba en su bebé besándolo.

ㅡYa veoㅡSoltó y sin decir nada más, volvió a caminar. Felix notó que la fuerza entre sus manos había aumentado un poco, aunque nunca hasta llegar a lastimarlo.

Bloomed | Stray Kids.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora