Bloomed | Stray Kids.

35.

Minho no había ido a la universidad ese día, no había asomado sus narices en todo el día y tampoco había informado a nadie, ni a Changbin, ni a él. Chan estaba algo preocupado (bastante), al ser el mayor de sus amigos, siempre había tenido que cuidar de ellos, quizá por ello había desarrollado un instinto de querer mantenerlos siempre a salvo. No lo había logrado, se metían en problemas muy seguido, pero hacia lo que podía para mantenerlos en linea dentro de todo, o al menos asegurarse de que siguieran respirando.

Chan se saltó su última clase para ir a casa de su amigo. Minho no era precisamente el mejor en acatar sus consejos de dejar de meterse en tantos problemas, pero se las arreglaba perfectamente y nunca lo había visto faltar a sus clases, porque le gustaba bastante lo que estudiaba y porque sabía que era su ultima solución. Que no fuera le indicaba lo peor, en especial cuando vio a Felix allí sin saber nada del otro bailarín.

La casa de Minho no era tan lejos del campús, pero aún así había tardado más de treinta minutos a pie. Agradecia ser atletico, si no, lo más probable es que hubiera terminado sin aire. Subió las escaleras del edificio en vez de tomar el elevador, esté siempre tardaba bastante, el edificio no era bastante moderno y no confiaba en que el ascensor estuviera bueno, lo veía un poco oxidado.

Hace mucho que no iba a ver a Minho, porque no tenía tiempo con la universidad, practicas de su anterior equipo y tratar de pasar más tiempo con Jeongin, no tuvo momentos libres. De igual manera, Lee siempre aprovechaba pequeños ratos para pasar con él.

Golpeó la puerta tres veces, sin obtener una respuesta. Frunció el ceño, porque estaba seguro de que Minho a esa hora no podría estar en otro lado que no fuera en su departamento, además le pareció escuchar algo caerse dentro.

Miró al piso, a las pequeñas macetas de girasoles que Minho había puesto para adornar la entrada; se agachó y levantó la de la derecha, tomando la llave color cobre. Todos tenían siempre una llave de respuesto y tras insistirle al castaño, habia logrado que este escondiera una.

Lo primero que vio cuando abrió la puerta, lo hizo dejar escapar un suspiro cansado. Minho yacía en el sofa grande de su sala de estar, sus piernas encima de la mesa de centro. No estaba durmiendo y de hecho le dedicó una mirada.

El problema es que el departamento era un desastre y su amigo no hacia ni un ademán de levantarse. No hizo comentario hasta que tomó una bolsa de basura de la estanteria de la cocina, sintiendo la mirada de Minho en sus espaldas.

—Tienes que parar con esto, estoy cansado de que siempre que vengo, encuentro esto...—Señaló, levantando una botella de cerveza vacia. Minho hizo un sonido con su boca, restandole importancia y tapó su cara con su brazo. Chan pudo oler el alcohol en el aire, probablemente el otro seguía en un estado de ebriedad. —¿Quién te hizo eso?—Apuntó a su propia cara, en la zona del ojo, justo en el lugar en que anteriormente había visto un moreton.

Minho estaba golpeado y ebrio, no era la primera vez que Chan lo veía de esa forma, pero por un tiempo el chico había estado bien, no había vuelto a casa de esa forma y estaba teniendo una actitud bastante positiva. Para el mayor, era como un balde de agua fria verlo así, era como su hermano menor y no estaba seguro si sentirse decepcionado.

Botó todas las botellas vacias en la bolsa y tambien los envases de ramen instantaneo que estaban sobre la mesa. Esa era otra cosa que le preocupaba bastante, estaba consciente de que Minho no se alimentaba correctamente, estaba demasiado delgado como para hacerlo, a veces se veía demasiado pálido, casi al borde del desmayo.

—Fue la mierdesilla de Hwang Hyunjin—Escupió despectivamente Minho, su mandibula apretada. Hizo el intento de tomar la cerveza que todavía le quedaba pero Chris se adelantó, arrebatandosela.