la familia son en konoha

Capítulo 33: más cerca de la paz, ¿Quién será el próximo chunin de konoha?

En los límites de la tierra del fuego y el territorio de la hierba, se estaba librando una pelea epica entre dos grandes súper potencias, de la aldea de la nube su propio raikage los representaba, mientras que de konoha era el sayayin de raza y patriarca del clan son, son Goku el cual preparaba una técnica especial contra el moreno de la nube.

"roga fu fu ken!" grito el sayayin, empezando a correr con una velocidad media hacia el raikage, desde una mejor perspectiva como la de los espectadores, los pies de Goku parecían como los de un lobo corriendo a toda velocidad hacia su presa, por su parte el raikage ya estaba listo para detener el ataque, aunque de un momento a otro su visual vio a un lobo feroz de ojos rojos que venia hacia a él, distrayéndolo por unos segundos.

Goku al ver esta oportunidad no perdió ni un segundo y aumento su velocidad en un segundo, desapareciendo de la vista de cada uno de los presentes, solo Kushina, Gohan, Mabui y Samui pudieron ver los movimientos del sayayin, el cual apareció repentinamente al frente de A.

"ahhhhhh!" grito el sayayin comenzando el ataque del lobo, usando sus manos como garras para golpear repetidamente el pecho musculoso de A, el cual agunto por unos momentos, pero después de 20 golpes a alta velocidad, empezando a ceder y a retroceder lentamente por los súper ataques de Goku, haciendo contorsionar el cuerpo de A de manera que este parecía un muñeco de trapo, moviéndose de un lado a otro.

"¿Qué.. diablos? No puedo moverme" pensó el sorprendido raikage, solo viendo como Goku seguía y seguía golpeando su enorme cuerpo con facilidad, "¿qu..que es eso?" pensó el raikage abriendo sus ojos a mas no poder, viendo o aparentaba ver como una manada de lobos atacaba su persona, mordiéndolo por todos lados.

Goku al ver como el raikage de la nube estaba a su merced, empezó la segunda fase de su ataque, comenzando ahora a atacar la cara de A de forma repetida de lado a lado, su mano derecha golpeaba la mejilla izquierda de A, cortando su labio y moviendo su cabeza hacia atrás, su mano izquierda iba dirigida a la mejilla derecha del raikage, cortando el otro lado de la boca de A, repitiendo el ataque una y otra vez.

"tatatatatata" gritaba Goku una y otra vez, empezando a repartir sus golpes no solo a la cara de A, también volvía a conectar a su cuerpo otra vez y a medida que A era destrozado a golpes por el sayayin, su cuerpo retrocedía centímetro tras centímetro, dejando un rastro de sus pies, pero llego un punto a que los golpes de Goku eran tan potentes y de una rapidez imperceptible para el ojo humano, el cuerpo del raikage comenzó a elevarse en el aire como si este estuviera levitando, pero eran los golpes de Goku que causaban ese efecto.

"dios, que técnica" pensó con asombro Kushina al mirar a su marido atacar con tal rapidez y fuerza al raikage, mientras los demás veian con los ojos abiertos al sayayin, algunos con sonrisas en sus rosotros como los ninjas de konoha y otros con un asombro absoluto como los de la nube, exceptuando a Mabui y Samui, por su parte Gohan veía analíticamente el ataque del lobo, para poder realizarlo a futuro.

"es el momento" pensó el sayayin, dejando de golpear al raikage de la nube, dándole en el aire una patada ascendente en la mandíbula al moreno, dejándolo unos segundos mas en el aire, para aplicar su ultimo golpe con sus manos juntas como la boca de un lobo, impactando de lleno el pecho del rubio raikage, mandándolo a volar hasta estrellarse con una roca gigante, destruyéndola en el acto y quedando sepultado debajo de los despojos de la enorme roca.

Nadie sabe de donde, nadie sabe como pero Goku al terminar su ataque, resonó el aullido de un lobo por todo el lugar, como si un verdadero lobo hubiera machacado al raikage llamado A.

Todo el lugar quedo en un silencio sepulcral, de parte de ambos bandos, los cuales dirigían sus miradas al cuerpo enterrado por las rocas de A, con las bocas abiertas a mas no poder, esto excepto los conocidos por Goku los cuales miraban con orgullo lo hecho por el sayayin, el cual solo se quedaba parado con una sonrisa en su rostro mientras se rascaba la nuca.