2 • Habitación

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Querido Silencio:

Espero y encuentres este sobre, con un mensaje escrito, para ser yo quien te nombre, escuches las palabras que olvidó.

Visualice por dirección a la esquina superior, de uno de los rincones, de mi habitación, donde perdía mis intenciones, de despertar y quedar en mis fantasías, imaginando estar y no estar, para todos o nadie, solo era alguien con que soñar.

Mi percepción puede distinguir, una mini figura caminar, a un nido se ha de dirigir, una araña por las paredes a casa llegar. Una labor rutinaria reflejada en un insecto, animal para algunos cientos, villana en muchos cuentos, pero la naturaleza no es nada de eso.

Caigo en la verdad, saber que hasta en el mundo animal, hay seres que seres diferentes o igual, trabajan para subsistir y avanzar. Me deprimo por mi amarga, despreciable y agonizante humanidad, soy un partidario de lo que se debe erradicar, la belleza de la paz, algo que estando solo, no puedo encontrar.

Alterado por muchas cosas, a la vez por nada, despido mis escritos de fantasía y yo realidad unidas, por una retorcida variedad, de sentimientos por contar, no solo expresar, si no por una máquina controlar, llamada sociedad, política, religión, cultura y descendiente de estas y más. Por consumirse un mundo, por destruirse a este paso, quedó mudó, esperando que llegue el día profetizado.

Siento una nostalgia el pensar en el ayer diferentes géneros de música, de gustos y roses de piel, quiero rebobinar el tiempo, regresar donde estaba todo bien, pero fue un error seguir evolucionando, al contrario la sociedad muere por ser, ¿Sed de que? Sed de amor, poesía, moralidad y lo que debió ser desde el principio, humanidad.

Somos cada vez menos cercanos, al concepto que por encima son pisoteados. Mientras damos un paso delante, damos dos atrás.

Juego con mi plumilla, dibujo garabatos en cada esquina, con un sentido abstracto que ni yo entendía, pero sabía que algo significativo eran aquellas líneas.

Es relajante escuchar My Chemical Romance, gritos de Gerard que parezca estresarse, pero la vida está llena de trances, de 10 cosas, solo hay una que te relaje.

Remuevo mi postura amoldándose, en mi superficie acolchonada y superficial, cambio mi presencia física en un instante, a mundos diferentes al actual.
Suspiro pensando en mis antepasados, ni en la familia, si no en la trayectoria de estos años, etapas y momentos que acabaron, hoy en busca de un simple descanso.

Para la noche hoy solo brillo, soy la luciérnaga que iluminaba con frío, un abrigador temporada de verano, del que no creo poder estar llegando. Adorador del invierno, cuando la estación está por ser divertido, aunque haya pasado por ahí en sueños, y terminé el el duro pavimento

Mi cama ha sido testigo, de lo que por muchos eh escondido, la húmedad que para algunos es pervertido, es sólo una señal que la suerte me dejó en el olvido. Mi compañía, ha sido un bolígrafo, el papel con el que escribo, por lo que aún me ven vivo, por los que me han dicho, que no sirve la pena andar en el camino.

Mi siestas no solo las lleva mi cama, en las esquinas apartada a lado de la ventana, cuando se escucha todo en calma, o hay ruidos que a muchos atormentan.

En mi habitación reina el silencio, moldeada el entorno como si no fuera el desierto, calma con la melodía del espacio y tiempo, que predomina en la existencia del ser humano o cualquier insecto.

En mis estanterías los libros y cuentos, de fantasías, terror y misterios, colecciones de sanos y enfermos, bíblicos apesar de mi contradictorio comportamiento. Lecturas para pensar, analizar si existe el bien o mal, pero solo son la base de la vida natural, nula, solo con un fin mortal.

Las paredes que recubren mi cuerpo, la limitación donde mi corazón queda al descubierto, la zona segura del desahogó y sufrimiento, la parte donde abarca mi reino.

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Carta Para El SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora