¿Se puede seguir?

Carta

Volví, pensé que no iba a hacerlo, pero lo hice. No encuentro otra manera de descargar el dolor que siento.
No pensé que iba a terminar así. O sí, lo sabía. Sólo no quería aceptarlo.
No quería aceptar que no íbamos a llegar a nada. Qué vos y yo, por más que quiera, intente, me esfuerce, no íbamos a ser nada.

Nunca me había sentido así.

Te quiero, quiero verte sonreír con esa carita hermosa que tenés, quiero poder ser yo la que te haga felíz.
Porque ya lo dije, vos me haces felíz.
Pero no sé que más hacer, estoy cansada. Me cansé de esperar, de insistir, de buscarte. Estoy cansada de intentar llamar tu atención.
No lo sabías, pero cada acción, cada detalle, cada mirada, era por vos.
No sé si no lo veias, o no lo querías ver. No sé si sabes lo que hago, doy, soy, por vos.
Y ahora, tal vez pensas que estoy distraída haciendo cualquier otra cosa. Pero lamento decirte que estoy hundida en mi almohada llorando por nosotros, o el nosotros que imaginé.
Te dije que te iba a esperar, que no perdía nada con hacerlo. Pensé que podía.
Pero ya no puedo seguir así. Me cuesta dormir, no paro de pensar en lo que podríamos llegar a ser.
Además, me di cuenta de que sí estoy perdiendo, estoy perdiendo el amor por mí misma, te estoy poniendo como prioridad.
No sé cómo espero que me quieras si ni siquiera yo lo hago.
Estoy segura de que me va a costar volver a sentir, a querer a alguien como lo hago con vos. Pero está bien, valió la pena, y espero que te acuerdes de mi, al menos por un minuto en tu día.
En fin, quería decirte que te quise, te quiero, pero entendí, por fin te entendí. Ésto de dar y que no vuelva nada me está haciendo mal.
Y por ésto te dejo. Espero que algún día pienses en mi como yo pensé en vos. Espero que algún día caigas en lo que te quise.
Con las lágrimas en toda la cara te deseo lo mejor para vos, y espero que seas muy felíz, aunque no sea conmigo.