celebración

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La rubia detuvo su acción de mezclar y sé giró hacía una pared que servía de unión con el gran jardín y el salón de medicina.

Una vez dentro del jardín se pudo apreciarse leves susurro.

Muéstrense de una maldita vez- realmente nunca le agrado formar parte del Consejo místico de, el sol, ya que este estaba lleno de mentiras y calumnias solo para mantener el sol como potencia principal entre las naciones, con la muerte del Rey minato las cosas se descontrolaron, más con el ascenso involuntario del joven Príncipe menma al trono, la situación se había complicado de sobre manera, al ver esto el Consejo místico Real; decidió tomar cartas en el asunto aun sin abstenerse a las consecuencias que esta acción traería, al tomar un decisión sin la aprobación del Consejo de sabios.

-Tsunade, es bueno verte, ciertamente un verdadero placer, siempre estas junto a ese Príncipe doncel como su sombra, tú más que nadie sabe qué pasará si lo escrito en la runa no llega a cumplirse- de todas las ninfas que había en el jardín la que más detestaba de sobre manera era a esa pasta rosa.

Primero escuchemos lo que tiene que decir sakura, además muestra el decoro suficiente, tsunade-sama es el gran oráculo y ese príncipe como lo llamas es ... superior y eso lo debes respetar sakura, aparte de ser tsunade-sama la única capaz de mostrar las escrituras de la runa- la oji perla habló en tono calmado, pero firme.

Ya cumplió con lo pedido, tusnade-sama? - ino el hada encargada del cultivo, -maldita ninfa, esa no se andaba con pelos en la lengua.

Ya lo he hecho, namikaze naruto tiene sembrada la duda- sin decir más la mujer se retiró.

Creen que este bien lo que hacemos- pregunto la oji perla, realmente quería saber si lo que hacia estaba bien.

Las runas nunca mienten- fue la sencilla respuesta de la pelichicle.

Ciertamente, sakura- concordó la rubia.

Una vez dichas estas palabras el hada del cultivo y del viento desaparecieron, dejando sola al hada del agua.

Solo espero que sea la decisión correcta- suspiró convirtiéndose en una gota de agua y regresando al riachuelo que había en el jardín.

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En la profundidad del bosque prohibido se observa como en la densa niebla una silueta se incorpora en las profundidad de este, al parecer esa persona es temerario ya que las historias que respaldan a aquel lugar no son las mejores, tanta así llegó a ser su fama que los padres amenazan a sus hijos con dejarlos ahí si se portan mal, una vez que entras nunca sales- eran las firmes y severas palabras de los adultos, y no estaba lejos de ser verdad-.

Entre el lugar mas recóndito y ocultó tras las montañas gemelas se encuentra un lúgubre castillo que se cae a pedazos con el pasar de los años, pareciera que aquel sitio fue olvidado por las manos del dios sol y luna, oh pobre tierra, cuentan las historias, donde los mismos dioses olvidaron.

aquella misteriosa silueta se adentró en aquel lúgubre lugar, una vez dentro se acercó a una pared que dentro de poco parecía como si fuese a colapsar, en esta había un cuadro en el que estaba retratado un doncel de larga cabellera brillante- realmente un hermoso color- en su pecho poseía clavada una espada y junto a este se encontraba un hombre al cual la mitad de su rostro lo ocultaba una tela, lo mas curioso del cuadro era las expresiones faciales de ambos personajes pero algo en particular también, donde se supone que debería estar los ojos del doncel se encontraba destrozado y el cuerpo de ambos personajes habían cuerdas como si de dos marionetas se tratarán.

Movió el cuadro con el más mínimo esfuerzo, del lado contrario de la pintura había un largó pasillo el cual aquel personaje encapuchado recorrió hasta dar con una habitación.

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