Academia de los hijos en...League of Legends || Hijos de Ships||

Ⅲ

•Antes de empezar!. Hay muchos que me han criticado (De buena forma tranquilos UwU). Y he pensado que tienen la razón, así que pedí ayuda a una amiga. Así que este capítulo quizás sea un poquito diferente, solo eso. Besos!💋

[Anónimo]

Mientras Kuro y Kishka peleaban sin ninguna regla. Todo se aceptaba. Toda maniobra, de a poco se fueron uniendo a la audiencia más personas al ver los rápidos movimientos de los dos. Claramente eran casi invencibles uno del otro, ya que Kishka fue entrenada por su padre para proteger a su familia cuando él muera, desde Los ocho años que no ha parado de pelear y practicar.
De parte de Kuro el siempre ha practicado y peleado, desde que tiene memoria para poder igualarse a su padre y madre en destreza y agilidad.

- ¡Basta!-Se escuchó alguien gritar. Alguien que si pensaba en que se harían daño.

Los dos detuvieron su pelea y miraron a la chica que los había detenido. Pero segundos después empezaron a pensar el porque se habían detenido. La audiencia empezó a gritar "¡Pelea, pelea!". Ellos dos se vieron a los ojos y otra vez empezaron a pelear.

- Bien no me escucharon-La chica chasqueo los dedos, y por una extraña razón Kuro y Kishka habían quedado paralizados. Aquella chica se acercó a ellos y los separó alejándolos uno del otro.
— ¿Como hizo eso?...-Se preguntaban todos en el pasillo.
— Bien, mucho mejor-La chica chasqueó de vuelta los dedos y se alejó de la situación. Los dos pudieron moverse pero ya no tenían razón de pelear.
— Esto es extraño...-Dijo Kishka yéndose sin nada más que decir.
— Maldita me arrebataste mi victoria segura-Kuro levantó la voz y agarró de la blusa a la chica levantándola unos centímetros del piso.
— ¡Yo solo quería ayudar!-Exclamo ella intentando chasquear los dedos. Pero su manos sudaban por los nervios de ver el puño del chico alzarse.
— Vas a pagar por esto-El estaba muy enojado de que no hubiera ganado esa pelea que le daría un estatus en la nueva academia. La chica cerró los ojos con mucho temor al dolor.
— Te estas pasando-Hablo la  hermana del chico.
— No es tu asunto-Kiara se enojo por ese comentario y tomó la muñeca de su hermano. La puso en su espalda tirándolo casi instantáneamente al piso. La chica cayó al piso por no ver que la habían soltado.
— Vete-Kiara le hizo señas a la chica. Ella asintió y se fue corriendo del lugar.

~¿Que pasará en la parte de pequeños?~

Zinha había hecho muchos amigos y amigas. Prácticamente ya era "popular". Por lo cual solo por su atenta y alegre personalidad ya tenía una enemiga.
«Nadie puede ser tan feliz» Pensó Tina con enojo a que ella estuviera hablando con todos los niños sin problema y encima le hacían caso (le tomaban mucha atención).

- Eres muy falsa, ¿Sabias?-Dijo Tina sin ningún remordimiento. Lily la vio con confusión a su comentario. Zinha se sintió muy mal por ese comentario. Pero se tragó el sufrimiento y sonrió ampliamente.
— ¿Porque crees eso?-Exclamo Zinha alegremente.
— Nadie puede ser tan feliz, aún siendo una niña-Tina seguía enojada de que la dejaran de lado por sus gustos.
— Pues, yo creo que todos podemos ser tan felices como queramos. ¡y yo quiero ser muy feliz!-Grito ella extendiendo los brazos.
— Es fácil decir eso para una actriz, ¿No?. Hija de papi-Zinha sintió un fuerte dolor en su corazón y cabeza directamente por ese comentario. Sus ojos se volvieron repentinamente vidriosos, sus brazos se bajaron al igual que su mirada.
— I...iré al baño...-Dijo Zinha yéndose sin que nadie viera su rostro. Se abrazó a si misma mientras las lágrimas se escurrían por su rostro. "Si alguien te hace algo, me lo dirás. ¿Ok?". Solo se le vino esa oración de su hermana antes de derrumbarse completamente encerrándose en un baño. 

Tina sonrió y miró a todos. Ellos miraban a la dirección donde Zinha se había ido. Lily miró a Tina con aún confusión de lo que había hecho y decidió encararla.

- ¿Porqué lo hiciste?-.
— No me gustan los mentirosos-Tina la miró con indiferencia.
— Pero somos niños, no sabemos..tanto-Lily se acercó a ella.
— No pensé que en verdad si habrían chicas malas-Dijo Joe mirando a Tina. Ella le guiñó el ojo.
— Eres una niña, basta de aparentar ser mayor-Dijo Lily empujándola.
— Mejor tú basta de ser niña y madura-Le contestó Tina.
— No puede ser...quien eres...-Lily no pensaba que su amiga se había convertido en una niña agrandada.
— Soy Tina. Alguien que ya maduro-El tono de ella se volvió frío. Lily salió corriendo alejándose de ella.
— ¡Tina a mi oficina!-El altavoz sonó. Tina con enojo tuvo que ir obligada a la oficina de la Directora Fiora.
— ¿Que quier..e...?-Tina quedó impresionada al ver a Zinha en el piso de la oficina llorando por dolor. Claramente las palabras que le había dicho le habían dolido, demasiado. A una niña.
— Usted ha hecho conmoción en el primer día de Academia. La felicito. Se ira castigada-La directora apuntó a un salón. Tina pensando en lo que había hecho y en la imagen de Zinha llorando que no salía de su cabeza.
— ¿Tanto daño hacen las palabras?...-Dijo ella entrando al salón. Prendió la luz del lugar y se encontró con una chica mucho más alta que ella con unos guantes de cuero.
— ¿Me conoces?-La chica se acercó a ella cerrando las puertas detrás de ella.
— ¡No!-Grito Tina con mucho temor.
— ¿Conoces a la que le hiciste daño?, ¿SABES QUE TE HARÉ POR HACERLE DAÑO?-La chica estaba muy enojada.
— ¡Espera, espera, LO SIENTO!-Grito la pequeña con mucho miedo. La chica se agachó hacia ella y le puso la mano tapándole la boca.
— ¿Crees que me importa eso?-Ella sonrió y apago las luces. Esos ojos iluminados en la oscuridad, le daban terror a cualquier niño o hasta adulto. Pero era hora de que aprendiera a elegir sus palabras y a la gente que se las dice.