❛killer queen❜ the umbrella academy

CHAPTER THREE;

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CHAPTER THREE;

El club estaba lleno de jóvenes borrachos y colocados cuando Bride se hizo paso entre la cola de la entrada y logró internarse en él. Su atuendo era extraño para el ambiente en el que se encontraba, pero tratando de pasar por aquella multitud con estrecha movilidad, Bride agradeció haber elegido una vestimenta que le cubriese por completo. 

Mientras las luces y el aroma a sudor inundaba todos sus sentidos, ella se hacía paso en dirección a la barra con prisa, en donde, desde la entrada, había visto su objetivo de aquella noche. Las parejas empalagosas y los bailarines empedernidos fueron su mayor obstáculo hasta que logró sentarse al lado del sujeto, desde donde Bride fue capaz de notar el estado ebrio del joven sin ningún esfuerzo. Mientras hinchaba el pecho y cogía aire para armarse de valor y hablarle, la rubia se dedicó a decirle al barman su pedido.

Cuando su voz suave habló de su bebida alcohólica de su elección (malibu sabor a coco), la mirada oscura del chico a su lado se dirigió a ella, y dejó escapar una risa borracha.

—¿Qué hace tanta gracia? —le preguntó Bride, nerviosa, sobre el sonido de la música electrónica que retumbaba en el local.

El chico negó con la cabeza, tratando de calmarse, y se recompuso antes de contestar arrastrando las palabras.

—Nada, es solo que... es que... era la bebida favorita de mi hermana cuando teníamos quince años.

Bride parpadeó. Una sonrisa agridulce adornó sus labios durante un momento. Los ojos del chico conectaron con los suyos, sin rastro de reconocimiento, y el ambiente agobiante que les rodeaba desapareció de su línea de visión durante un instante.

—¿Quince años? —dijo Bride, sin querer acabar con la conversación— Esa es una edad muy temprana para empezar a beber.

El chico hizo un gesto con la mano para restarle importancia.

—Bah, yo llevo bebiendo desde que tenía doce —tragó saliva antes de continuar—. Lo que pasa es que cuando teníamos quince... mi hermana... ella no estaba muy bien, ¿sabes? Hizo algo malo y mi familia, los muy hijos de puta... —hizo una pausa y sorbió de su bebida— No la trataron muy bien... Yo intenté apoyarla pero no se puede ayudar a quien no quiere ayuda, ¿sabes?

El chico se encogió de hombros, y Bride tuvo que apretar la mandíbula para que las lágrimas no fuesen visibles en el brillo de sus ojos. Esperó a que continuase hablando, pero parecía querer saber la respuesta.

—¿Sabes? —repitió.

Bride asintió.

—Sí, lo sé.

—¿Tienes hermanos?

La rubia volvió a asentir.

—¿No harías cualquier cosa por ellos?

Bride sonrió.

—Sí. Sí, cualquier cosa. 

—Ya... Yo también... Lo que pasa es que mis hermanos son... especiales. Ellos lo hacen todo bien y como a mi me gusta fumar y romper cosas pues... ya sabes.

El chico soltó una carcajada sin gracia y se terminó su bebida de un trago. Entonces, el barman se acercó a Bride con una sonrisa y le dejó un vaso de malibu frente a ella. Ella le extendió un billete como única respuesta, demasiado concentrada en la conversación como para darle las gracias.