Cristián besaba salvajemente al pelirojo. Con su mano sintió como el bulto de él pelirojo crecía cada vez más. Él estaba muy exitado. Cuándo el peliceleste iba a quitarle los pantalones. Sintió como tocaron la puerta.
Toc-toc
Angel se coloco su polera y se alejo de él peliceleste. Ambos con la respiración acelerada. Cristián carraspeó y hablo.
—Pasa.
Entraron varios chicos trás él que toco la puerta. Varios venían sin camiseta. Eran del equipo de fútbal. Angel y Cristián quedaron la boca abierta por los musculos de los adolescentes..
—Vamos—dijo Cristían.
—¿Donde?—pregunto el ojiverde.
—A terminar lo que habiamos quedado.
—¿Seguro?
—Claro chico lindo—bócifero.
Ambos salieron del instituto y luego fueron camino a casa de el peliceleste. No quedaba muy lejos a decir verdad. Sólo quedaba a treinta minutos. En el camino nadie hablo, pareciera que el gato les robo la lengua.
Al llegar no había nadie en casa. Ambos fueron directo a el cuarto de Cristián. El pelirojo estaba muy confundido. O sea, no conocía a el peliceleste. Pero de todos modos le exitaba mucho lo que estaba sucediendo.
Cristián lanzo al ojiverde a la cama. Para luego subirse sobre él. Él de abajo estaba muy sonrojado, se veía muy inocente. El peliceleste beso el cuello del otro.
—Cristián...espera—murmuro el ojiverde.
—¿Qué ocurre?—preguntó.
—Estoy enamorado de alguien—masculló.
—¿Y la carta?
—Me confundí de casillero—confesó avergonzado.
—Bueno, a mi tambien me gusta alguien.
—Eso es un alivio.
—¿Quién te gusta, Angel?—preguntó.
—Tú amigo.
—¿¡Diego Evans!?—preguntó exaltado.
—Si...
—¡Que coincidencia!
—¿Qué cosa?—preguntó confundido.
—También me gusta él.
—Wow.
—Angel, hagamos algo.
—¿Que cosa, Cristián?
—Podemos tener sexo. Ambos sabemos que Diego no le interesamos. Podemos imaginar que cuando lo hacemos estamos con él. Sólo es cosa de cerrar los ojos y imaginar.
—Interesante. Bueno, acepto.
—Comencemos.
Cristián se quito la ropa haciendo un baile sensual. Parecía stripper. Se quito todo menos los boxer. Le tomo las manos a Angel y seguía bailando exóticamente.
—Cristián tengo que decir algo...
—¿Qué cosa?—preguntó. Lanzo a Angel a la cama y beso su cuello.
—Soy virgen. Y- y... se que eres bueno en la cama. Todos lo dicen. Eres popular entre chicos y chicas y...—Cristián tapo la boca del ojiverde.
—Tranquilo, seré sueve.
Cristián le quito la camisa al otro, beso su pecho mientras lamia su abdomen. Haría que su primera vez fuera única. Aún así ambos sabían que sólo era algo del momento. Ellos no se conocían, aún así ambos querían lo mismo.
Olvidar a Diego.
—Angel.
—¿Cristián?
—Si te duele me avisas.
—Bueno—susurro el pelirojo.
Cristían comenzo a desvestir al otro. Luego de quitarle la ropa, menos los boxers. El pelirojo beso apasionadamente a él otro.
—Cierra los ojos.
—¿Para qu...
—Sólo hazlo Angel. Imagina que soy Diego. Por favor, hazlo. Yo igual lo haré.
Cristián beso el abdomen de el ojiverde. Este suspiro, ambos frotaban sus miembros, lo único que los ceparaba esa fina tela. Sentían como sus miembros crecian. Sin pensarlo Cristián le saco los boxers a el de abajo.
No estaba nada mal, penso Cristián.
Tomo el miembro de el pelirojo. Lo tocaba lentamente.
—¡Joder! ¡esto es una tortura! ¡amhs! ¡más rápido!
Angel se agarraba de las sávanas, gemía y su respiración estaba acelerada. Su rostro estaba rojo. Ambos estaban más que exitados.
—¡Mierda! ¡Diego!—exclamó con los ojos cerrados.
Cristián sonrio, para él era un poco más dificíl imaginar a Diego. Pero se alegraba de que él pelirojo pudiera imaginar que era Diego.
El pelirojo despojo a el otro de su boxers. Tomo el miembro de Cristián y se lo metio a la boca. El peliceleste hecho la cabeza hacia atrás.
"—Que buena mamada."—penso.
Luego de unos minutos de exeso de plácer Angel miró a Cristián. Se lanzo sobre él lamio su lóbulo. Luego siguió con su boca, sus lenguas bailaban al unisólo, mordió su labio y dejo marcas en su cuello. Cristián comenzo a masturbar a el pelirojo. Muy rápido. Cristián quería pasar al siguiente nivel, aunque estaba nerviodo por si lo lastimaba. Aún así querí probar, sería despacio, eso era seguro. Cristián metio un dedo, luego dos, luego tres, entraban y salian
—¡Mierda! ¡para! ¡te quiero a ti! ¡dentro! ¡hasta el fondo! ¡duro!.
"Angel se salío de control—penso Cristián"
—Esta bien pequeño.
Cristián tomo las piernas de el ojiverde y las puso sobre su hombro. Respiro, si, estaba listo. Metio su miembro lentamente. Tenía que admitirlo, era un gran pero gran miembro.
Al principio el ojiverde puso cara de dolor absoluto. Pero luego de unos minutos ya era puro plácer.
—¡Angel!
Mientras ambos estaban en el acto la purta se abrió de golpe. Era...
Tyler.
Cristián se puso sus boxers y tapo al pelirojo con una manta.
—Hermano, tienes un bueno gusto. ¿Por qué no me prestas a tu amiguito un ratito?, de seguro hace buenas mamadas. Esos ojitos de gatito me encantan.
—¡Tyler! ¡es mio! ¡no seas imbecíl!
—Claro, pero te encanta como este imbecíl te da duro todas las noches.
Cristián se puso rojo de rabia. Fue corriendo y saco a Tyler de su habitación. Cerro la puerta.
—¿Y él quien es?—comento Angel mientras se vestía.
—Mi medio hermano.
—¿¡Tienes sexo con tu hermano!?
—Medio hermano.
—¡Es lo mismo!
—¡No te metas en mi vida, yo tengo sexo con cualquiera que yo quiera.
—Lo siento. Tienes razón.
—Ven. No quize gritar—Cristián lo abrazo.
—¿Te gustaría que nos conocieramos?
—Esto...esta bien.
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Él hombre de mi vida[BL].
Romance(Segunda parte de: El hombre que me salvo.) Ya había pasado un año desde que Diego vivía con Thomas. Se amaban con locura. Diego ya tenía 16. Este año estara lleno de cosas buenas y malas. Ambos tendran que superar todo juntos. "Te seguría, hasta...