Bad Girl.

Dean.

Entré en casa para ver a Dean bajando por las escaleras y mirándome con esos ojos que tanto conocía y tanto asco me hacían sentir. 

"¿Qué coño estas haciendo en mi casa?" dije tirando la mochila al suelo.

"Venía a visitarte, pero vi que no estabas y subí a tu cuarto" dijo él con esa sonrisa repugnante.

"Te dejé bien claro que no quería saber nada de ti, y ya que entras, al menos cierra la puerta-espera ¿cómo has entrado?" dije un poco alterada. Dean era mi ex, al principio todo era muy bonito hasta que descubrí como era de verdad, no sabe tratar bien a las mujeres y mas de una vez me puso la mano encima, le denuncié, pero tiene muchos contactos para no entrar en prisión.

"Sigues hablando tanto como siempre pequeña perra" dijo con un tono duro. "Y tienes que aprender a cerrar la ventanas" fue acercándose a mi poco a poco.

"No me insultes pedazo de mierda" retrocedí un paso. "Fuera de mi casa, o sino--"

"O sino, ¿qué?" me cortó "¿vas a llamar a la policía? deberías de saber perfectamente que eso no me va a impedir nada, ni si quiera que me aleje de ti" puso un dedo en mi pecho señalándome y lo subió poco a poco hasta llegar a mi barbilla donde lo apartó y dio un toque en mi nariz.

Aparté su mano de mi agarrando su muñeca a lo que el respondió, con su mano libre, agarrándome fuertemente de la cara.

"No te resistas pequeña, he venido a por algo y no me iré sin ello" me dio un beso firme y le empujé con todas mis fuerzas. Me arrepentí al instante de haberlo hecho cuando su mano abierta dio un fuerte golpe en mi mejilla izquierda. Poniendo mis manos sobre esta le miré a través de las lágrimas que habían inundado mis ojos.

"¿Te ha comido la lengua el gato?" me empujó contra la pared. Gemí de dolor al sentir la fría piedra en mi espalda."Ya no hablas tanto ¿eh?" levantó su mano y yo cerré los ojos esperando al golpe que nunca llegó. En cambio se escuchó un fuerte impacto y a Dean quejándose. Abrí los ojos y vi a Bieber dándole un segundo puñetazo. No podía creer lo que estaba pasando. Me quedé paralizada mirando como se pegaban.

Justin cogió a Dean y lo empujó fuera de la casa cerrando la puerta después de hacerlo.

Me miró con los ojos llenos de tristeza. Dando un paso hacia mi, acaricio mi mejilla que había tomado un poco de color. Aparté mi cara y sin mirarle le di la espalda.

"Gracias por ayudarme" susurré y gire un poco la cabeza para mirarle de reojo."Ya puedes irte" miré hacia la puerta. "Estoy bien" hice mi camino a la cocina. Cogí una bolsa de plástico y metí unos cuantos cubitos de hielo. Hice caso omiso a la presencia de Justin detrás mi y puse la bolsa en la mejilla dolorida. Cerrando los ojos sentí el frío tacto recorrer todo mi cuerpo. Y no solo por el hielo.