Bad Girl.

Capítulo 7.

Salí del baño con la tolla en el cuerpo y el pelo empapado. Abrí el armario para ver que me ponía para ir a la fiesta de Cassie. Llevaba unos 15 min buscando algo y no conseguía encontrar absolutamente nada asi que, decidí llamar a Nash. Fui a su cuarto y entré sin avisar.

"Ojitos azules, ayudame a elejir algo que ponerme, anda" sonreí inocentemente.

"¿Qué modales son esos? Has entrado sin avisar y pides sin decir ni si quiera por favor" rodó los ojos a la vez que se abrochaba los vaqueros. Yo reí saliendo la habitacón para ir a la mia. 

"Ve secándote el pelo y eso, ahora te elijo yo algo" dijo mirando todo el montón de ropa que había puesto anteriormente en la cama. Yo simplemente asentí e hice lo que me dijo. Después de alisarme el pelo y pintarme, salí del baño y encima de la cama habia un peto vaquero de pantalón corto, un top negro cruzado por la espalda y unas vans negras con tacón por dentro. Me lo puse y sonreí al ver que me quedaba bastante bien. Bajé y vi a Nash con una camisa blanca con algunos botones abiertos, su pelo no muy peinado, pero aún así, le quedaba de fábula y unas convers negras en sus pies. Él sonrió al verme y yo le devolví el gesto. 

"Me estoy planteando eso de hacerme tu estilista personal eh" dijo arrancando el coche una vez que nos subimos a él. Yo simplemente reí, algo dentro de mi decía que no fuera a la fiesta, pero necesitaba salir de casa y con Nash me lo pasaba muy bien cuando salíamos.

Este aparcó el coche y antes de bajarme divisé la casa que que quedaba a mi derecha. Era enorme y se veía que había mucha gente dentro, la música se escuchaba incluso dentro del coche. Nash me sacó se mis pensamientos abriendo la puerta del coche. Bajé y seguía mirando a mi alrededor. Noté su mano en mi espalda guiándome hacia la casa. Una vez dentro cogimos algunas bebidas. Nash me dijo que nos veíamos en casa, que iba a ir a conquistar a Cassie, este chico realmente tiene esperanza. 

Me acerqué a saludar a algunas personas que conocía allí y de repente le vi. Iba con una gorra hacia atrás, una camiseta de tirantes blanca que dejaba a la vista los tatuajes de su pecho, sus famosos vaqueros negros caídos y unas supra blancas en sus pies. Al verme sonrió de medio lado, de esa forma que solo él sabía y que me encantaba. 

Yo seguía enfadada con él por lo que pasó en el instituto, así que, me di media vuelta para andar hacia la cocina. Una vez allí me empecé a preparar un mojito pero unos brazos al rededor de mi cintura impidieron que siguiera con mi trabajo. Sabía quien era pero no quería girarme.

"Hey nena, has venido muy guapa esta noche" susurró en mi odio. Intenté mantener la compostura. "se ven tus piernas largas y preciosas" acaricio mi muslo con mucha delicadeza. Tragué saliva y aparté su mano con un movimiento brusco. Él se hechó hacia atrás y yo me giré.

"No me vuelvas a tocar ¿entendido?" le miré con rabia. No me iba a tratar como un trozo de carne. Sorprendido por mi reacción se quedó mirandome fijamente, yo terminé de hacerme la bebida y salí dandole un golpe en el hombro.  Fui al jardín enorme de la casa y vi a Nash enrollandose con Cassie, vaya, lo había conseguido. 

La verdad que no tenía muchas ganas de seguir allí. Me terminé la copa y salí ataravesando toda la multitud. Empecé a andar por la oscura calle. Me abracé a mi misma, hacia bastante frío y yo no tenía chaqueta. Al llegar a casa me di cuenta de que las llaves las tenía Nash, maldije a todo el mundo en ese momento, pero no iba a volver a la fiesta, me dolían mucho los pies, así que, me senté en el porche a esperar el milagro de que Nash llegara pronto a casa.

Estaba quedándome dormida cuando escuché una moto y abrí los ojos. El que faltaba ¿por qué no me deja en paz? Suspiré. 

"¿Qué haces aquí?" pregunté levantándome y yendo hacia él.

"Nash me pidió que te trajera esto" meneó las llaves delante de mi cara. Las cogí como si de un tesoro se tratara. 

"Gracias y adiós"  me disponía a girar para entrar en casa pero me agarró del brazo impidiendo que lo hiciera. Le miré de mala gana.

"___... ¿vas a estar siempre enfadada?"

"Es que me trataste como si de un trozo de carne se tratara cuando la tarde anterior habías visto lo que pasó." solté con enfado.

"Suelo tratar así a todas, debí de ser mas delicado, lo siento"

"¿Sabes? Dean también me decía que lo sentía, pero lo volvía a hacer, una y otra y otra vez" alguna que otra lágrima calló por mi mejilla. "Estoy harta de que siempre me traten como un objeto, como un simple juguete, tengo sentimientos, muchos, com--" Me besó.