00

2K 183 96
                                    

Pov Jungkook

Hoy era el día en el que salía de mi temporal pesadilla.

Había pasado trabajo en la cárcel para no ser violado, o algo peor, ser asesinado. Estar en un lugar como ese y salir vivo, era cuestión de supervivencia. De hacer cosas de las cuales no te sentirás orgulloso el resto de tu vida.

Por otra parte, me tocó compartir celda con un extraño luego de muchas discusiones. Mi obsesión con Taehyung no era más que por venganza, me negaba a admitir algo que no estaba preparado para sentir con la fuerza con la que quería ahorcarlo hasta verlo inmóvil.

Yo nunca pedí estar aquí, siempre fui una persona fuerte, con corazón, que ayuda a quien lo necesita, y que ama a quien se lo merece. Mi error fue confiar en la persona equivocada, ayudar al que no lo necesitaba, y amar a quien no me amaba. Todo por una noche en la que yo mismo carecía de cariño, fue que se formó una bola de odio en mi pecho.

Recogiendo mis cosas en la taquilla, donde ya llevaba puesta mi ropa de civil, tomé mi celular y llamé al teléfono de Hoseok. Quería saber cómo estaba. Después de todo, no lo vi con mucha frecuencia en la prisión. Se le veía cada día más apagado y sin emoción de querer vivir. Eso me daba pena, me preocupaba.

Uno, dos, tres tonos, buzón de voz. Claro que no iba a contestar, no estaba preparado para soportar tanto. Debía descansar, superar lo arduo de estos años en un lugar donde la gente es la misma todo el tiempo, la comida es asquerosa, y el trato no es el mejor.

Tomé un taxi hacia el lugar que antes conocí como mi departamento. Tras unos treinta minutos de viaje silencioso, llegué a mi destino. Pago el peaje al taxista y bajo del vehículo. Subo a mi departamento y sin poder creerlo, me encuentro con que está completamente ordenado.

Confundido, ladeo la cabeza viendo una sombra en la cocina. Separo los labios para decir algo pero las palabras se atascan en mi garganta al ver su espalda desnuda, llena de lunares. Su cabello ahora era negro, al igual que el mío, y su cuerpo estaba más fornido.

— Que mierda crees que haces aquí. — Murmuro frunciendo el ceño apretando los puños luego de cerrar la puerta con fuerza a mis espaldas. Juraría que mi mandíbula iba a dislocarse de lo fuerte que apretaba mis dientes por la rabia.

A zancadas, logré estar tan cerca para respirar su aroma. Iba a golpearlo, pero al ver lo que preparaba en mi cocina, tragué saliva. Hace tanto que no comía algo que no fuera porquería, por lo que me resigné a pausar mis intenciones y me alejé bajando mi puño. Suspiro y bajo la mirada. Taehyung tenía puesto mi pantalón de dormir favorito.

— ¿Cómo estás? — Pregunta con naturalidad, sereno, sin dejar de cocinar.

Subo la mirada y miro sus hombros.

— Mucho mejor ya que no estoy dentro de ese lugar. — Confieso sintiendo mi estómago rugir con fuerza.

— Lo supongo. Cuidé de ti hasta que pudieras salir.

Gruño y le doy un puñetazo en la espalda que, por su reacción, al parecer no le hizo ni cosquillas, por lo que iba a seguir golpeándolo, sin embargo, pronto sentí sus fuertes y grandes manos sujetar mis muñecas, y fue cuando un suspiro involuntario salió de mis labios al ver sus orbes marrón oscuro.

Sentí la rabia consumirme al no descifrar su verdadero sentir en su mirada. Fruncí los labios y mis manos se relajaron. Mis ojos comenzaron a picar cuando sentí sus fuertes brazos apretarme contra su pecho en un abrazo.

— Te odio. — Murmuro cerrando mis ojos embriagándome del aroma de jabón de limón en la piel de su cuello. — Voy a matarte. — Amenazo sintiendo una lágrima resbalar por mi mejilla.

Sus manos pasaron por mi espalda delineando cada centímetro, abrí mis ojos para separarme pero mi mirar volvió a cruzar con el suyo. Me sentí a punto de caer en pedazos, los cuales me había tardado en pegar inútilmente durante años, para que solo llegara él y me destrozara solo con su presencia.

— Lo harás, sólo si eres más fuerte que el amor que sientes por mí. — Sus labios rozaron los míos y más lágrimas se deslizaron por mis mejillas. — pero a su debido tiempo. Aún eres un bebé, no puedes controlar tus emociones. — me apartó de su cuerpo con tan sólo un empujón leve y sentí que mi respiración se cortó.

Sintiendo mi corazón acelerado delatarme, caminé al baño sin decirle nada. Lavo y seco mi rostro con una toalla. Salgo del baño y camino al comedor con el estómago rugiendo al oler la deliciosa comida sobre la mesa. Me siento de inmediato y comienzo a comer sin pedir permiso.

Saboreando la comida bocado por bocado la disfruto deleitándome con su sabor. Tras una hora y media, termino de comer bajo la atenta mirada del mayor frente a mí.

Subo la mirada relamiendo mis labios. No pensaba en hablarle de nuevo pero, no tuve más opción que decirle.

— Gracias por la comida. — Agradezco inclinándome y me levanto con el plato en mis manos.

Escucho una carcajada salir de sus labios y frunciendo el ceño volteo a verlo con confusión, observando como se esforzaba por contener la risa a la cual yo no le encontraba causante. Sujeto mi cabeza con mi mano libre mientras me tambaleo, comenzando a sentir frío en mi piel. Trago saliva y dejo caer el plato al suelo para sujetarme de la mesa del comedor al sentir mis piernas hormiguear.

— Jungkook, cariño ¿te sientes bien? — Puedo notar el sarcasmo en su voz. Separo mis labios manteniendo la mirada en él, comenzando a verlo borroso como el desenfoque y enfoque de una cámara intentando captar su objetivo.

— Q- Que me hicist- — Caigo al suelo al no poder sostenerme de todo por mí mismo, haciendo caer la silla de costado a mi lado.

Me estaba sosteniendo de mis brazos que no dejaban de temblar, cada vez sentía más debilidad en mi cuerpo. Se agachó ante mí, al parecer a mi lado. Sentí su aliento rozar mi oído y luego su nariz acariciar la piel de mi nuca, crispando los vellos de mi cuerpo.

— Sólo te di de comer un platillo delicioso. — Murmura con malicia haciendo que jadee luchando con todas mis fuerzas en mantenerme despierto sin permitirme cerrar los ojos. Trago saliva de nuevo sintiendo mi garganta seca y comienzo a gatear ignorando su carcajada burlesca.

Veo desde mi posición, y con la visión inestable, un frasco extraño al lado de las especias. Comprendí todo enseguida, sin embargo, no sabía con qué me había drogado. Así que me levanté con todas las fuerzas que me quedaban y sin pensar en mi condición, volví a parar al suelo de madera con más fuerza. Quejándome me sostengo de costado sobre uno de mis codos y miro hacia arriba encontrándome con Taehyung, quien parecía disfrutar de mi situación con sus brazos cruzados.

— Eres un imbec-

Y todo se volvió negro para mí.

~o~

Gracias por leer

Y por su apoyo

¡Besos!

[ Capítulo Corregido ✓ ]

EGOÍSTA⠀•⠀Taekook ˖ Yoonmin⠀[ +21⠀﹫Libro 2 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora