꧁F OF FREEDOM꧂

38 3 1
                                    




❈⎯ Terminado jefe. Ya no hay amenazas cerca.

Dije tras acabar con el último monstruo que trataba de atacarnos. Todos parecían de bajo nivel, así que no le di mucha importancia. No me había esforzado ni un mínimo, sinceramente.

Mi jefe se aproximó a mi para premiarme con caricias, mientras yo me quedaba de brazos cruzados, esperando una contestación por parte del mayor.

Él se limitó a sonreír mientras miraba en su mapa holográfico en dónde nos encontrábamos ahora mismo. Yo revisaba el lugar, para avistar si un nuevo monstruo aparecía, pero nada de nada.

❈⎯Bien. Estamos en el desierto Misr. Parece ser muy antiguo. Ten cuidado por donde pises, ¿Vale?

Dijo tras un corto momento en el que habíamos quedado en silencio absoluto. Encorvó ligeramente la espalda, poniéndose a mi altura y mostrándome el mapa más de cerca.

Con su dedo índice indicaba en donde nos encontrábamos en ese preciso momento. Recorrió el propio mapa con el dedo mencionado hasta llegar al siguiente destino.

Guardó el mapa en el dispositivo y lo metió en su bolsillo. Se adentraba en el desierto y yo seguía sus pasos.
Todavía no pillaba del todo qué debía hacer estando al lado del que desde hacía no sé cuanto tiempo exactamente era mi jefe.

Seguimos caminando, más o menos habían pasado ya unas tres horas desde la caminata. Ya estaba algo cansada, caminar por un lugar que mires en donde mires, siempre será igual era, no solo pesado, aburrido también.

❈⎯¿Mi princesa está cansada?

Preguntó mirándome de reojo. Y como no, sus usuales motes para referirse a mi. No podía negar que me gustaban, pero era extraño y nuevo para mi. Tampoco recordaba mi pasado, pero lo que sé es que hasta hace poco, yo estaba muerta.

❈⎯No, señor... Cansada no. Es solo que el viaje se hace largo y aburrido.

Contesté sin siquiera dirigirle la mirada. Un paisaje tan aburrido y deshabitado no era de mi agrado. Mis andares cesaban, y no solo por el propio aburrimiento, también era debido a que mis pies se enterraban en la arena de la propia fuerza que ejercían.

❈⎯Tranquila, si no recuerdo mal, estamos por llegar a un pequeño pueblo. Allí descansaremos.

Sabiendo que él podía volar, no entendía por qué debíamos ir caminando. Era más trabajo y más desperdicio de horas.

❈⎯Jefe, ¿Por qué no vamos volando? Llegaremos antes.

Tal vez no se le había pasado por la cabeza, o eso quise pensar. Así que se lo dije de las mejores maneras. Tampoco creí que algo así pudiera molestarlo, aunque estaba algo insegura, no lo conocía del todo.

❈⎯Si hiciéramos eso seríamos blanco fácil. Ese grupo nos busca y no quisiera enfrentarme de nuevo con ellos.

Explicó él antes de levantarme y llevarme en brazos, como si nada. Él seguía caminando, ahora un poco más rápido. Parecía preocuparse por mi, y así era. El poco tiempo que lo había pasado con él, siempre me había tratado bien.

Tras un largo rato, aún aburrido, llegamos al pueblo que decía el jefe. Estaba amurallado, toda sus construcciones eran blancas, bastante bonitas. Tenían formas extravagantes, extrañas a mi ojo, pero que de cualquier manera, quedaban bien. 

❈⎯Es hora de descansar, jefe. 

❈⎯Si, claro. Primero déjame ir a por algo de suministros. Después de todo, nos espera un largo viaje. 

F OF FREEDOMWhere stories live. Discover now