Vestido

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- No estaría mal si ambos fuésemos enterrados en la misma tumba.

Aún la frase poco romántica con la que te dijo que quería pasar el resto de sus días contigo resonaba en tu mente y te hacía sacar una sonrisa boba. En menos de un mes ya podrías portar con todo orgullo el título "Señora de Ackerman".

Esperen, ¿en menos de un mes?

Oh-oh.

La realidad le dio una patada a todos tus anhelos obligándolos a irse para que despertaras del futuro y empezaras a organizarte para lograrlo. El claxon del auto de Jean sonó fuera del edificio donde vivías junto a Levi, dándote a entender que ya era hora de ir por tu última esperanza a escoger tu vestido de novia.

—¿Lista? —te preguntó una vez que te subiste al asiento del copiloto.

—Más que eso.

—Espero que esta vez lo encuentres. Que Jean me vaya a recoger siempre me está hartando—. Aquí vienen de nuevo...

—Bien pudiste haberte quedado en tu casa viendo a tus adoradas princesas con las que tanto te identificas— respondió sacándole la lengua.

—No puedes decirme algo respecto a programas cuando tú, al ver un documental de caballos, relinchas para que te escuche toda la cuadra.

—Tch, era de esperar que te ofendieras tan rápido. Tienes la sensibilidad de un gusano.

—¡Maldito! ¿quieres pelea?

—¡Eren, regresa a tu lugar! Puedes caer y golpearte—. Allí estaba Mikasa, como siempre, al pendiente de Eren.

—¡Lydia! ¿Adivina qué? ¡Erwin quiere ir conmigo a la boda!—.

Miraste con extrañeza a Hange. Ella estuvo contigo desde el principio de los preparativos y todavía seguía llena de energía como si fuese la primera vez que van por un vestido de novia.

—Qué bien que al fin...-

—¡Manda a tus caballeros para que te rescaten, princesa!

¿Por qué Eren y Jean siempre tenían que pelearse?

—Eren, no le hagas caso.

—¡Tengo que contárselo a Moblit!

—¡CÁLLENSE, MIERDA!

Finalmente todos guardaron silencio como lo pediste. De reojo pudiste ver como Mikasa aprovechaba para poner a Eren en su lugar.

—Jean, cierra la boca y empieza a conducir. Eren, ponte cinta y deja de gritar. Mikasa, amarra a Eren si vuelve a pararse dentro del auto. Hange, felicidades, Erwin es un gran hombre pero te pido que se lo compartas a quien sea en silencio.

Todo lo que dijiste fue acatado sin reproches y debido al silencio que se generó quedaste dormida en el asiento.
Los nervios y preocupaciones no te dejaban en paz ni siquiera por las noches; Levi lo había notado y, pese a lo mucho que te regañara, él no podía hacer mucho al respecto, es decir, ¿qué novia duerme en paz a menos de una semana de su boda... sin vestido?

《—Todo saldrá bien si lo organizas como se debe. Ahora calla y duerme.

En serio, Levi, no tengo sueño. Simplemente estoy...—. Guardaste silencio y esperaste un momento, no tenía caso explotar tus sentimientos con él, o al menos no ahora —Solo déjame verte. Quiero memorizar las facciones de mi futuro esposo—. Plasmaste una sonrisa en tu rostro.

Tch. Como quieras.

Levi— tocaste su mejilla y lo miraste directo a los ojos. —Gracias por dejarme entrar a tu vida. 

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2022 ⏰

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Señora de Ackerman |Historia corta  LevixLectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora