Conversaciones

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Hey Arnold no me pertenece, la historia salió de mi imaginación. Aclaro, en mi historia Arnold y sus amigos tienen de 12 años en adelante

- afdfdsjedfewdop - diálogo

- ejrewijreojreirji – pensamientos

-Ya sé, hablaré con Phoebe –resolvió cogiendo el teléfono

-"Hola" –contestó una voz al otro lado de la línea con un tono ligeramente somnoliento

-Phoebe necesito hablar contigo, iré para allá

-"Claro Helga, además yo también tengo algo que preguntarte"

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-Viejo ¿qué sucede? Has estado extraño últimamente –el pelinegro sentado en la cama del rubio observó un momento sus zapatos con el ceño fruncido

-Eso es lo que quería hablar contigo Gerald, no sé qué es lo que me pasa

-Bueno, aquí me tienes, así que habla –insistió el moreno pues la curiosidad lo mataba, el sabía que lo que le ocurría a su amigo tenía que ver con la nueva y mejorada Helga G. Pataki y el idol Peter Moon

-Verás, es que... cuando miro a Helga con Moon siento como si mi cuerpo.... ardiera, siento ira y rabia cuando los veo juntos es, algo sofocante y no sé qué es –finalizó

-Arnold...-murmuró Gerald como si estuviera conteniendo algo – Viejo... ¿Enserio no lo sabes?

-No, ¿tú sí? –vio como su amigo se daba la vuelta dándole la espalda y encorvándose

-...-no respondió

-Gerald... -se acercó a él y cuando lo tocó sucedió lo impensable, en toda la casa se escuchó fuerte y claro

-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! –Gerald no paraba de reírse en el suelo, tirado con las manos en el estómago mientras Arnold lo observaba asombrado de su reacción

-Gerald –llamó

-¡JAJAJAJAJA!

-Gerald –se estaba irritando

-¡JAJAJAJAJAJAJA!

-Gerald –se estaba cansando

-¡JAJAJAJAJAJAJAJA!

-¡GERALD! –exclamó mandando a su paciencia a dar un paseo

-Tranquilo viejo – dijo levantándose del suelo –yo sé lo que te pasa –dijo mirándolo a los ojos- y eso se llama....

-Dilo ya Gerald....- la actitud dramática de su mejor amigo no ayudaba en nada a sus nervios

-Celos 

El silencio reinó el lugar durante unos segundos hasta que...

-¡¿QUÉ?! –el pelinegro casi juró que lo oyeron en el otro vecindario

-Sí Arnold, eso es lo que te pasa, tienes celos –concluyó Gerald destapándose los oídos

-Pero... ¿cómo es posible? 

-Mira, por lo que sé para tener celos de una persona tiene que gustarte y eso lo he experimentado en carne propia, por eso se cómo es esa sensación y te puedo asegurar que eso mismo es lo que tú estas sintiendo

-Mi novia es Lila

-Lo sé, sin embargo te gusta Helga y si lo piensas un poco... ¿A quién no? Después de mostrar su verdadera apariencia y su verdadera personalidad ¿A qué chico no le atraería? Ni siquiera tú escapas, hermano

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