t r e c e

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Narra Isabella Campbell

Revisé el inico de mi Instagram nuevamente, ansiosa, hasta que retumbó por toda la sala la bocina de un vehículo.

Saludé con un grito a mi hermano, y esperé unos segundos por su respuesta. Cuando escuché el "no vuelvas tarde ni embarazada", salí, encontrándome con un gran auto adelante mío.

Abrí la puerta de atrás. Saludé al Jack rubio, al Jack moreno y a mi amiga, y partimos hacia la fiesta.

Estaba muy nerviosa. Yo no soy famosa, de hecho, algunos seguidores y likes que tengo son por Madison y los chicos, y estar "invitada" a la fiesta de Kian Lawley me ponía los pelos de punta.

De pronto, estacionamos frente a una casa bastante moderna, y enorme. No, enorme no. Era gigantesca.

La música se escuchaba desde afuera, y podía imaginar que en el interior las paredes se encontraban retumbando. El cemento de la vereda se encontraba repleto de colillas de cigarro, y botellas de vidrio rotas y enteras.

Justo en la puerta de la gran casa se encontraban Derek, Hayes y Nash. Todos tenían puesto unos buzos y unos jeans. Ay mi diossss.

—Hey chicos, hola—el último nombrado nos saludó, seguido de los otros dos.

Hayes me miró, y luego me dedicó una sonrisa.

La verdad es que él era muy simpático, y obviamente guapo. El poco tiempo que hablamos nos dimos cuenta que nos llevábamos muy bien, pero nada más que eso. Era demasiado, muy pronto para suponer otras cosas entre nosotros.

Los siete entramos a la casa. En seguida, mis acompañantes comenzaron a saludar a todo el mundo. Literal.

—¡Chicos, vinieron!

—¡Hola Kian!—saludó Madison—Gracias por invitarnos.

Kian me dedicó una sonrisa y una mirada llena de curiosidad.

—Un gusto, soy Isabella—me presenté.

—Un placer Isabella, soy Kian—me guiñó un ojo, y siguió saludando a la gente.

(...)

La canción 7 Rings de la espléndida Ariana Grande resonaba y retumbaba por toda la casa. Paré de bailar, decidí dar una pausa porque si seguía me iba a desmayar. Agarré una botella de no-se-qué que se encontraba arriba de una mesa y fuí al patio, donde me encontré a Skate y Sammy.

—¿Te diste un descanso?—preguntó Patineta, mientras pasaba un brazo por mis hombros. Asentí, dándole un trago a mi bebida.

—Bailar tanto es agotador—confesé.

—Si seguías moviendo tu cuerpo de tal manera, ibas a terminar en un hospital—me habló esta vez Sam.

Me senté en una silla que había ahí, y terminé el líquido alcohólico. En ese momento me dí cuenta de que el sol estaba comenzando a asomarse.

—¡Mierda, mierda!—exclamé, mientras me paraba de un salto. Los chicos me miraron confundidos—Mi hermano Ethan me dijo que no llegara muy tarde, me matará.

En ese momento, Nash se asomó por la puerta:—¡Isabella! Madison y los Jack's te buscan, te van a llevar a tu casa.

Saludé a Nate y a Sammy—y de pasada a Nash—y fuí a la parte de adelante a buscar a mis amigos.

Y efectivamente, me los encontré ahí, sentados en un banco de cemento, esperándome.

Pero sucedió algo imprevisto: por atrás, Kian chocó conmigo, tirándome a mí a las botellas rotas que se encontraban en el suelo.

Grier's Babygirl; Instagram, Hayes Grier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora