Quiero Despertar [En Proceso]

¿Golpear o Matar? - Capítulo 5

—Hola, ¿Sabes donde se encuenta Kajär?

—Mmmm— Se quedó pensando unos segundos, era muy tierno —¿Qué es eso?— Me preguntó inocentemente el menor.

—Nada, nada— Respondí mientras me alejaba desanimada.

La verdad tampoco puedo reclamar mucho, literalmente le pregunté a un niño de 10 años o menos.

Molesta, me dirigí a la posada nuevamente.

—¡Oye, tú! —Exclamé enojada mientras me acercaba rápidamente al mesero.

—¿Ya completaste la misión? Que rápida... —Agregó sorprendido, desde que había salido del lugar, solo pasaron algunos minutos.

—¡No! Nadie sabe la dirección— Exclame.

—Está bien, te diré la dirección pero el pago será de 800, por no poder cumplir una misión tan sencilla.

—Okey— Seguí con mi tono molesto.

Seguidamente tomó un sobre de la mesa y me lo dió.

—Gracias —Dije secamente.

"En la cima de la montaña Yigsel"

—¿Yigsel? —Pregunté extrañada.

—Que pesada eres, ni si quiera sabes donde está Yigsel, te tendré que dar un compañero para que te guíe.

—Bien, ¿Dónde encuentro a mi compañero?

—Mañana pasate por acá —Me respondió rápido.

—¿Y donde se supone que duerma hoy?— Pregunté enfadada.

—No es problema mío— Me respondió sin siquiera hacer contacto visual.

—¿Y no hay alguna misión super fácil y corta para hacer y ganar solo quinientos? —Necesitaba el dinero para poder dormir una noche aquí.

—Sí, te puedo dar una— Dijo mientras buscaba en los papeles y leía uno.

—Bien, dime que tengo que hacer.

—Solo tienes que pegarle a alguien—Agregó.

—¿Qué? ¿A quién? —Pregunté inmediatamente.

—A un vendedor de caballos que suele estar en las afueras de la ciudad— Respondió sin mucha expresión en la cara, hablaba como dormido

—¿Y tengo que sacarle información o solo pegarle? —Pregunte

—Solo golpéalo y vuelve, cuando me asegure de que lo hiciste, te daré el dinero— Me respondió.

—Uh, ¿Y cuánto te demorarías en "verificarar"?— Interesada

—Solo unos minutos.

—Está bien, iré— Dije terminando la conversación.

Me levanté del asiento un poco brusca, para luego retirarme del lugar.

Me dirigí directo a las afueras de la cuidad, allí era todo rural, un lindo paisaje se posaba delante de mis ojos.

Empecé a buscar con la mirada al vendedor de caballos, y fue muy fácil encontrarlo,

—Ey— Le grité mientras me acercaba nerviosa.

—¿Si?— Hizo una pausa mientras esperaba mi respuesta —¿Qué quieres?— Preguntó sonriendo.

Es muy amable, me siento mal.

—Nada— Dije nerviosa mientras avanzaba hacia él pensativa.

—¿Quieres que te ayude con algo?— Preguntó dispuesto a ayudarme.