Capitulo 9

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-Te creo bebé- Dije y lo besé.

¿Bebé? ¿Le dije bebé? Esto me debe de estar afectando.

Nos besabamos tan lento que quemaba. Nos acostamos en la cama y el acariciaba mi cabello mientras besaba mi cuello. Di un gemido ¿Esperen de dónde salió? No sé, solo se que no queria que parara de hacerlo.

-Quiero hacerte mia.- dijo sin separarse de mis labios.

-Chris yo..yo soy..soy virgen. Jamás e estado con un hombre y me da miedo.- dije separandolo de mi.

-Oye, tranquila. Jamás haria algo que te lastimara. Si quieres esperaré hasta que estes preparada.- dijo mientras se acostaba a mi lado.

-Gracias Chris, de verdad- puse su mano rozando la mia.

-No hay nada que agradecer princesa.- besó mis labios y puso su mano en mi cintura para dormir.

••••••

Ya habia amanecido y debia asistir a la estúpida escuela de baile. Miré mi teléfono y tenia 4 mensajes.

-ERES UNA MALDITA PERRA, ME DEJASTES SIN SABER LO QUE PASÓ. PERO PREPARATE QUE AUNQUE TE JALE POR LOS PELOS EN LAS CLASES ME LO TENDRÁS QUE DECIR. TE AMO ;)- era Elena. Sonreí con ese mensaje. ¿Mi amiga estaba tan loca enserio?

-Te amo dulzura.-

-Hey contesta.- era Ric. Se me revolvió el estómago al saber que debia decirle lo que habia pasado.

-Mi amor sé que estas en buenas manos, pero como llegas el viernes a casa quiero que sepas que no vamos a estar. Te veremos el lunes princesa.- era mi mamá (que mucho me extrañaban)

Me bañé y luego me vestí. Sequé mi cabello, me pinté los labios color rosa y me puse delineador. Fui a la cama y Chris estaba durmiendo.

-Despierta bello durmiente.- le dije en un susurro.

-Wow, que hermosa manera de despertar.- dijo aún sin abrir los ojos.

-Lo sé, pero tengo prisa llegaré tarde. Vamos!- dije moviendolo para que se levantara.

Después de pelear con el para que despertara, bajamos a desayunar. No habia nadie o talvez estaban durmiendo así que abrí la nevera, tomé una manzana y una botella de agua.

-¿Vas adesayunar eso?- dijo Chris mientras besaba mi frente

-Sip.- contesté mordiendo la manzana.

-Oye, vas a hablar con Ricardo ¿Cierto?- dijo rascandoce la cabeza.

-Va a ser díficil pero lo haré, no soy quien para lastimarlo.- me puse de puntitas para poder alcanzarlo. -Ni tu quien para lastimarme a mi.- le guiñé el ojo.

-Eso jamás fea.- besó mis labios tiernamente.

Estabamos en su auto con el radio encendido. Cantabamos, gritabamos, reíamos y unos cuantos besos se escaparon.

-Ya llegamos princesa, te recojo a la tarde. Iré con mi hermana a comprarle ropa.- puso sus ojos en blanco.

-De acuerdo, adiós.- le sonreí tiernamente. Cuando iba a bajar me detuvo.

-Oye ¿Y mi beso?- entrecerró sus ojos y me besó.

Me bajé del auto con una sonrisa de oreja a oreja. Aún no podia creer que mis labios tocaron los suyos. Que sus caricias, ahora me pertenecian.

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