Capitulo 10

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Ya estaba entrando y como Chris me llevó temprano estaba un poco vacio. Le envie un mensaje a Ric.

-¿YA LLEGASTES RIC?- le envié.

Esperé pero no contestó. Fui al salón que me tocaba y de momento mi corazón se estrujó.

-¡Ricardo! ¿Que demonios?- el muy imbécil se estaba besando a la zorra de Natalia. Esa maldita me odia desde antes de nacer. (Un poco exagerada) Nunca soportó la idea de que todos los nenes que le gustaban a ella me miraran a mi.

Ricardo la empujó y fue corriendo donde mi.

-Coral, yo..yo te puedo explicar.- dijo acercandose a mi.

-Alejate imbécil, a mi no me expliques nada. Ya lo ví todo.- le pegué en su puta cara y me fui.

Estaba hecha furia. Talvez no tengo razón en enojarme porque yo tambien lo traicioné. Pero el no se besó con cualquiera, se besó con esa puta que toda la vida a querido arrebatarne todo, hasta el amor de Christian. Ella tenia pelo marrón, ojos un verde oscuro. Toda ella decía »ZORRA A LA VISTA«

-Coral espera.- dijo Ricardo aguantando mi mano.

-Suéltame idiota.- saqué su mano de mi.

-Te puedo explicar ¿Me permites?- dijo casi rogandome.

Asentí con mi cabeza aún furiosa.

-Bueno, te queria decir desde hace tiempo pero no tuve el valor. Mis padres consiguieron trabajo en New York y debo mudarme con ellos.- dijo con un tono triste.

-¿Es enserio? ¿Pero porqué no me dijistes? Además eso no juzga nada de lo que hicistes.- volví a enojarme.

-Las cosas no fueron como piensas. Yo fui a buscarte y como no estabas me marché. En ese instante Natalia me agarró por el brazo y me preguntó que me pasaba. Me abrazó para despedirse y en ese instante me besó. Te juro que yo no queria.- alzó sus ojos y me miró.

-De acuerdo, hagamos que te creo. ¿Pero cuándo te vas?- pregunté.

-Hoy en la noche.- garraspeó.

-¿Qué? ¿Estás loco? ¿Te vas hoy y ni siquiera tuvistes los pantalones para decirme?- dije sin respirar.

-Perdóname, para mi es muy difícil. Yo te amo y no quiero irme y dejarte aquí. Una relación así no durará mucho.- bajó la cabeza.

-Oye tranquilo, está bien. Podemos hablar las veces que quieras y cuando vuelvas, pues veremos que pasa.- le sonreí.

Me dolía que se fuera, porque a sido parte de mi vida. Pero era mejor ya que estaba con Chris. Me acerqué a él y lo besé. ¿Porqué lo besé? Porque me sentía culpable. Fueron besos tiernos, pero no sentí nada.

-Este beso a sido el mejor que me as dado. Me iré feliz con este detalle hermosa.- sonrió y me besó de pico.

Fuimos cogidos de mano hasta mi salón. El me besó y se marchó al suyo.

-¿Que te pareció la escenita?- escuché una voz burlona.

-¿Que demonios quieres? ¿Tanta envidia me tienes? Jamás e sido mala contigo.- dije molesta.

-Por solo nacer, por eso te odio.- me guiñó el ojo y se marchó.

••••••

-¡Ahí estás! Te querias escapar de mi ¿Verdad?- dijo acercandose a mi mientras almorzaba con Ric.

-¿Que dices? ¡Eso jamás!- solté una risita y la abrazé.

-Hola Elena. ¿Te traigo tu almuerzo?- preguntó Ric.

-Hay que tierno. Sí por favor, me muero de hambre.- se sentó a mi lado.

-Jaja claro, ya vengo.- besó mi mejilla y se marchó.

-Ahora si amor mio, cuéntamelo todo.- dijo Elena mirandome seria.

Le conté todo desde un principio, ella me miraba asombrada.

-Esa es mi amiga!- gritó tan fuerte que casi toda la escuela nos miró.

-Shh, estás loca? Baja la voz, Ricardo te puede oir.- dije tapandole la boca.

-Ahi amiga, haces lo correcto. Amas a Christian desde que tengo memoria. Además, Ricardo se va no se enterará y estarás libre.- dijo apretando mis cachetes.

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